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lunes, 27 de noviembre de 2017

A los ojos

¿A quién no le pasó? Toda la vida nos sucedió que íbamos caminando por la calle y cruzábamos una mirada de 5, hasta 10 segundos interminables con algún bebé en brazos de su madre o en su cochecito. O establecer ésa conexión especial de echarnos a reír de la nada por alguna tontería que hizo él y mi sonrisa le respondió y a él le causó gracia y así.
Pero nos pudo haber pasado toda la vida y ser un momento lindo nada más o habernos pasado en esta otra parte de la vida, la infértil. Y ahí sí que las miradas cruzadas con un bebé cobran otro significado. Siempre me quedo pensando que verán, que pensarán. Siento que me quieren decir algo aunque sólo me miren. ¿Será que tenemos, nosotros los infértiles, algo especial en la mirada?
Puestos a creer y a imaginar, quizás hasta adivinen tooooodo lo que sentimos cuando los miramos, por eso nos buscan especialmente.
Más de una vez incluso, sobre todo desde que empecé a vivir entre tratamientos me hice una buena película donde ése bebé y yo conversábamos sobre lo que me pasaba:
Bebé: Hola! Ya sé qué te pasa, estás buscando uno como yo, bueno, no tan lindo, me dice alardeando jaja.
Yo: Y sí, pero no llega. ¿Vos sabes si alguno va a llegar? Por ahí en ése mundo milagroso que a veces es más que ciencia y deseo tiene que haber uno.
Bebé: ni idea, ni put… idea. Pero mientras tanto mírame a los ojos. ¿Me ves bien?
Yo: Si, si, te veo. Y muchas veces me duele verlos porque quiero uno como tú. Siento o imagino que quieren decirme algo, darme ánimos, fuerzas, energías, no sé.
Bebé: Así es. En nuestros ojos podrás ver amor, del bueno, del puro, del inocente. Pero quiero que me veas porque en mis ojos podrás proyectar a ése que estás buscando. Al fin y al cabo, somos todos casi iguales.
Lo último es ejercicio libre del autor jaja Es que siempre veo a los bebes iguales. Ni hablar cuando a los dos días ya hay parientes que aseguran que el pequeño tiene los ojos de tal, la nariz de aquél o la sonrisa de otro. Hasta son capaces de ver algún rasgo de una tatarabuela!! Yo los veo iguales a todos!!
En realidad, el ejercicio libre es todo el diálogo. A veces hay que usar mucho la imaginación para poder seguir adelante. Aunque sé que puede no ayudar quedarse pensando y pensando, siempre podemos llevar la imaginación hacia algo agradable. Y lo digo yo que no suelo ver el vaso medio vacío, sino la botella medio vacía!!
A lo que  me gustaría llegar es que nunca deberíamos dejar de mirarlos a los ojos, por más duro que sea a veces. Yo lo pasé y sé que a todos nos habrá pasado. Lo mismo con las embarazadas. El viejo tema de las embarazadas en el trabajo, en el transporte, por todos lados!! Ése tema y el de todo lo que sentimos los infértiles en época de fiestas de fin de año y días de padre y madre son de los más escritos y leídos. Y los que más nos unen por cierto!
Puede que el objetivo tenga un camino tan lleno de obstáculos que nos olvidemos de para qué era que queríamos llegar hasta allí. Así que nunca estará de más buscar los ojos de un bebé. Ellos tienen todas las preguntas por hacerse pero también tienen la respuesta cuando los infértiles flaqueamos o dudamos.

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