tag:blogger.com,1999:blog-70207761015729256392024-03-05T12:46:55.069-03:00El hombre infértilAños buscando un hijo. Finalmente soy papá por adopción y aquí cuento sobre la lucha que significó buscarlo mediante fertilización asistida primero y lograrlo adoptando después. Ojalá les sirva a otros.
También en @hombreinfertil en Twitter y El hombre Infértil en Facebook. En Instagram como El Hombre InfertilEl hombre infertilhttp://www.blogger.com/profile/13017416768685907850noreply@blogger.comBlogger32125tag:blogger.com,1999:blog-7020776101572925639.post-36374010494849967122019-08-18T07:54:00.004-03:002020-02-07T18:08:18.604-03:00Feliz día para ustedes, mis hijosHoy se celebra el día del niño. En un día como hoy, hace dos años, escribía esto <a href="https://elhombreinfertil.blogspot.com/2017/08/feliz-dia-para-vos.html">https://elhombreinfertil.blogspot.com/2017/08/feliz-dia-para-vos.html</a><br />
Aquél día me levanté inspirado, con mil frases dando vueltas en mi cabeza. Hoy también! Pero algo cambió. Todo cambió!!<br />
Aquél día era todo imaginación, hoy es todo realidad, todo está aquí, a metros de distancia mis hijos de 10 y 16 años duermen. Y yo me muero por verles la cara cuando les entregue su regalo del día del niño.<br />
Escribo aquí luego de algunos meses y la fecha lo justifica. Cada día sucede algo para contar en éste espacio pero algo muy distinto es tener tiempo para hacerlo.<br />
Releyendo lo escrito hace 2 años nomás puedo decir que no tendré una niña como hija. Pero quién sabe, nunca se sabe.<br />
Pero lo que hoy tengo son dos personas que cada día nos llevan de viaje en una montaña rusa. Días lindos, días mas o menos y días duros, difíciles. Días donde no alcanzan los diccionarios para encontrar palabras de consuelo. Días donde los recuerdos del dolor de lo vivido en tan poquitos años les llenan los ojos de lágrimas y se les oscurece la mirada. Pero siempre sale el sol porque en el fondo son niños, que van en búsqueda de vivir y sentir las partes lindas de la vida porque de las otras ya tuvieron suficiente.<br />
Volviendo a ésa entrada del blog, puedo decir que ya cumplí con algunas "promesas". Ya los llevé al autódromo y los pegué al alambrado para que sintieran lo que yo sentí desde chico al ver pasar autos de carrera a 200 km/h. Aún intento que sean del club de mi provincia, Instituto de Córdoba. Pero como vamos bastante mal no los entusiasma mucho la idea jaja. Eso si, el pequeño L dice haber cambiado de club, pasó de Boca a River por mí. Y yo me derrito en la idea aunque no le terminó de creer. Pero denme tiempo que lo voy a lograr! 😊<br />
Acostumbrados a ver películas de terror o de humor más bien para adultos en el hogar donde estaban, comencé a darles un breve pero intensivo curso de cine en familia. Obviamente lo primero que les mostré fue las 3 de Volver al futuro. Y Mi villano favorito. Y las de Avengers. Y Jumanji. Hasta anoche que vimos La vida secreta de las mascotas 2. Son momentos hermosos. Me encanta mirarlos como se pierden en la pantalla y se ríen, siempre lograr hacerlos reír es un momento que hace bien al alma.<br />
Prometía aquél día los asados de domingo al sol. Son las 7:35 de la mañana y en breve prepararé el desayuno, vendrán los regalos y comenzaré el ritual del asado en familia, con las ayuda indispensable de mis laderos. No sé si son ricos mis asados pero ésas 3 o 4 hs son deliciosas.<br />
Hay días que no entiendo nada. Días que cuentan lo que vivieron y no lo puedo entender. Quizás no quiera entender en realidad por qué puede haber seres humanos capaces de generar vida y tanto sufrimiento a la vez. Ayer, F. el mayor, escribió en la PC un trabajo de la materia Humanidades que consistía en hacer una línea de tiempo contando momentos de su vida. Y la verdad que leerlo con él me partió el alma en mil pedacitos porque de golpe supe cosas que en 9 meses de conocernos no había comprendido o él no pudo contar, no lo sé.<br />
En ése escrito relataba que a sus 8 años se fue de su casa para no volver durante 3 años. ¿Alguien puede comprender algo semejante? 3 años siendo un niño, en la calle, durmiendo en un galpón abandonado. Eso sí, iba a la escuela, quizás porque le aseguraba seguir siendo niño, comer allí mismo y sentir alguna contención de esos adultos que tanto le fallaron. Me contó que al salir de la escuela le daba la mochila y el guardapolvo a un amigo suyo para que se los devolviera al día siguiente. Casi un seguro de vida, se levantaba cada mañana sabiendo que había alguien de su misma edad cuidando sus cositas que lo unían a lo que, de alguna manera, le permitía ser un niño normal.<br />
Le pregunté con qué se tapaba para dormir, "unos trapos" me dijo. Y a veces su amigo le prestaba una campera. De comer, comía de prestado, de regalo mejor dicho.<br />
Y no quiero contar más pero les aseguro que hay más en ése niño de 16 años, rebelde, negativo, dolido con la vida al que a veces logramos inyectarle confianza en sí mismo y que él vale como cualquiera aunque los que pasaron antes por su vida le hayan grabado a fuego la idea de qué no va a poder ser nada en la vida. Lucharemos juntos hijo!<br />
Me voy a comenzar el día, ya los siento dar vueltas en la cama, quizás hoy tengan un día del niño como jamás lo tuvieron. Y si no al menos lo intentaremos con todas nuestras fuerzas, porque se lo merecen. Y porque son nuestros y a nuestros hijos ya nadie podrá hacerles tanto daño.<br />
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<br />El hombre infertilhttp://www.blogger.com/profile/13017416768685907850noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-7020776101572925639.post-75205561295809986782019-04-18T14:34:00.001-03:002019-04-18T14:34:43.314-03:00¿Quién me ha robado el mes de abril?<div align="left" ><p dir="ltr">Me pregunto quién me ha robado el mes de abril, el mes de mi cumpleaños, porque siempre fue MI mes. A los 10 días de iniciado abril, el calendario siempre marca que es la fecha de mi nacimiento. En el titulo cito el tema de Sabina pero esto que escribiré no tiene nada que ver con la letra de aquella canción.<br>
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Éste año me robaron mi mes porque desde ahora y por el resto de mi vida compartiré todos los festejos con mi hijo menor que los cumple cada 13 de abril. Lo que cuesta escribir todavía “mi hijo”, raro y lindo a la vez.</p>
<p dir="ltr">Aclaro que es un robo del que fui feliz “víctima”, que fue ejercido sin violencia y lo hizo armado con abrazos y besos. El domingo 14 celebramos juntos nuestros cumpleaños. Él tuvo compañeras de escuela de invitadas, castillo inflable, metegol y hasta un espacio para pintar con témperas los dibujos que quisiera, demostrando su prolijidad y detallismo para poner manos a la obra. Por mi parte, tuve un cumpleaños como hacía años no tenía, fui muy feliz viviendo el cumple doble que hasta tuvo dos tortas, una para cada uno con distintos motivos. Confesaré aquí que envidié la de él con los colores y el símbolo de Ironman J(agradezco a mi hermana menor que es una artista de la repostería!)</p>
<p dir="ltr">A mi niño también lo vi feliz, hiperactivo, nervioso. Estuve tentado en preguntarle si había tenido algún festejo así antes pero entendí que seguramente no lo tuvo así que lo mejor era que disfrute de lo que tiene desde ahora (y tendrá siempre). Tengo una foto que creo que es de las mejores que tomé, su carita asomando entre las partes del inflable y una sonrisa que no resiste análisis, que habla por sí sola.</p>
<p dir="ltr">Hace pocos días, este mismo niño que cumplió 10 años, fue corriendo a nuestra cama una noche (como todas las noches) y preguntó, muy serio: ¿ustedes tienen hijos? Nos tomó muy sorpresivamente y los segundos para pensar cómo responder puede que se hayan sentido como horas. En lugar de respuesta elegimos repreguntar: ¿y vos que crees? Él respondió y redobló la apuesta/pregunta: “no sé, ¿ustedes tienen hijos?” Fue entonces que dijimos que sí, que él y su hermano son nuestros hijos. Respondió con un simple “ah, bueno” y se quedó ahí entre nosotros como lo hace todas las noches, entre besos y abrazos. Creo que comenzaba a buscar nuestra aprobación, sentirse parte, encontrar su lugar.</p>
<p dir="ltr">Este escrito sigue contando sobre L, el menor. Concurre a una escuela de fútbol más recreativa que competitiva que le ayuda a conocer otros niños de su nueva ciudad. Ya hace más de un mes que concurre y le encanta. Va con su ropa del Barcelona, con la 10 de Messi por supuesto, aunque le guste más ser defensor. Sin embargo, en su última clase el profesor lo puso de 9 y que mis ojos de padre baboso no me dejen mentir pero jugó muy bien e hizo dos goles. Los que me leen saben que las palabras me salen bastante fácil pero no puedo explicar lo que sentí al verlo hacer ésos goles aunque sean sólo por jugar. Aún más me divierte verlo antes de comenzar a jugar haciendo algún pase de baile de los que se hacen ahora en plena cancha J</p>
<p dir="ltr">Quiero aprovechar para dejar una pequeña observación de la primera clase de la escuela de fútbol a la que lo llevé. Las mismas comienzan a las 18:30 hs y por supuesto que me quedé a un costado a observar cada movimiento de L. Con mi teléfono filmaba y sacaba fotos de todo lo que podía, atento a cada jugada de él hasta que en un momento tomé conciencia que era el único padre/madre de los aproximadamente 50 niños que estaba viendo la clase. Sé que yo estaba de licencia y tenía todo el tiempo del mundo para verlo pero me sorprendió muchísimo que de medio centenar de niños estuviera yo sólo mirando a mi hijo. ¿Será que estamos todos tan ocupados en éstos tiempos que no podemos “perder” una hora para ver a nuestros niños ser felices haciendo deporte?</p>
El hombre infertilhttp://www.blogger.com/profile/13017416768685907850noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7020776101572925639.post-47683435524910058592019-04-09T15:42:00.001-03:002019-04-09T15:42:33.261-03:00Piedras por brillar<div align="left" ><p dir="ltr">“Esto seguirá en febrero, veremos cómo continúa…” Así terminó mi última entrada al blog, publicada un muy muy lejano 18 de Enero. Pasó tanto en casi 3 meses, tengo tantas vivencias nuevas y cosas que fui anotando para, alguna vez, dejarlo plasmado en éste blog, que debería publicar 10 entradas nuevas.<br>
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Lo primero que quiero escribir es que mañana 10 de abril cumplo años, 44 para ser preciso. Y claro que va a ser distinto a todos porque ahora tengo dos faros que iluminan mi camino, nuestro camino. Y podrá ser una frase trillada y bastante cursi pero es lo que es, decirlo así es la metáfora perfecta.</p>
<p dir="ltr">Hubo mucha oscuridad, ceguera, días enteros de ver todo negro, todo mal, pero ahora tengo dos luces en casa que iluminan el presente y el futuro. Puede que a veces siga sin ver el camino pero ésas luces siempre alumbran hacia adelante, para mantenerse despierto, alerta, que todo lo bueno va a llegar tarde o temprano.</p>
<p dir="ltr">Los fríos papeles de un juzgado dicen que desde el 13/02 tenemos una guarda provisoria por 60 días que se cumplen a fines de ésta semana. Nos visitarán psicólogos y asistente sociales para ver cómo marcha todo y darnos una nueva guarda, más extensa claro. Parece que hubieran pasado un par de años, lo juro.</p>
<p dir="ltr">Pocos días después de aquél 18 de Enero tomé licencia laboral por un recrudecimiento de mi ansiedad la cual terminó coincidiendo con la llegada de F y L a nuestra casa.</p>
<p dir="ltr">Pensé mil veces cuan incompatibles eran un tratamiento psiquiátrico con el nuevo rol de papá pero hoy puedo decir que todo funcionó, que pude estar presente en un momento clave para ellos. Decir que sin querer me ayudaron, que me hicieron sentir útil, que los podía cuidar, aconsejar, guiar y acompañar. Hoy estoy mejor y seguramente haya pronto en mi blog algún capítulo sobre ése problema que insiste en acompañarme.</p>
<p dir="ltr">Tenemos cada día una montaña rusa en nuestras vidas, momentos buenos y de los otros. Hubo feos y lindos pero seguimos en pie, como una familia. Una familia que, vale recordar, en los primeros días de diciembre aún no se conocía, unos no sabían de la existencia de los otros. Un día como hoy, hace tan sólo 4 meses, viajábamos por primera vez a su provincia para conocerlos. A cuántos se nos pasan 4 meses de manera fugaz, inadvertida, sin pestañear prácticamente. A cuántos de nosotros en 4 meses cualesquiera no nos pasó nada importante, pasamos los días a pura rutina, casi sin vivir.</p>
<p dir="ltr">Bueno, a mí en 4 meses la vida se me dio vuelta. El contador de hijos pasó de 0 a 2 en el mismo tiempo que un Formula 1 acelera de 0 a 100 km/h.</p>
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<p dir="ltr">Hoy al volver a escribir quiero hacer foco en que no nos equivocamos al elegir niños grandes para que seamos una familia. Antes tenía algunos buenos argumentos pero ahora los tengo de sobra y siento satisfacción de haber hecho una buena elección en cuanto a las edades.</p>
<p dir="ltr">Hace un par de días veíamos televisión los cuatro, un sábado a la noche. Era un programa con invitados “famosos” de nuestro país que hablan sobre temas varios.</p>
<p dir="ltr">En un momento se me ocurrió preguntarles algo que daría pie al motivo principal de éste texto. Requerí su atención y les pregunté: ¿ustedes saben quiénes son los 6 invitados del programa? Ambos respondieron lo que ya suponía: “No”. Y de golpe caía en la cuenta que tienen mucho por conocer y no sólo unos invitados a un programa de tv, sino que estuvieron los últimos años ausentes de una realidad que no les llegaba pero tampoco les interesaba y hasta sentí cierta envidia de ellos que no conocen de crisis económicas, de presidentes, de guerras, de exiliados, de políticos, etc.</p>
<p dir="ltr">Y entonces repasé los días anteriores desde que están con nosotros en distintas situaciones y me di cuenta que son, en muchas cosas de sus vidas, como bebés que comienzan a dar sus primeros pasos. Tienen muchísimo por aprender y estamos deseosos de enseñarles a caminar, a saber, a vivir.</p>
<p dir="ltr">Los he imaginado simbolizados como piedras preciosas a las que hay que pulir para sacarles brillo. También para sacarles las marcas y arañazos que les dejaron en la piel y en el alma los que pasaron antes por sus vidas. Eso, eso va a costar mucho más.</p>
<p dir="ltr">Sucedió varias veces que se encontraron con comidas que no conocían y lo primero que dijeron fue “no me gusta”. Con paciencia les hicimos entender que si no probaban no podían saber de verdad si les gustaba o no. Por suerte, al 90 por ciento de esos sabores desconocidos los terminaron aceptando excepto el queso roquefort (rarísimo, no saben lo que se pierdenJ)</p>
<p dir="ltr">También son como niños pequeños en cuanto a la tecnología. Usan nuestros celulares y computadoras sólo para ver videos en YouTube y las búsquedas siempre son de música o de fútbol y algún que otro dibujo animado. Igual que cuando los padres les muestran videos a sus niños para entretenerlos mientras comen o para mantenerlos ocupados con la pantalla. Hay todo un mundo de cosas útiles que desconocen que les podremos enseñar y otras tantas que deberemos evitarles. Casi no registran las redes sociales pero será cuestión de tiempo hasta que pregunten cómo abrir su perfil en una u otra.</p>
<p dir="ltr">En muchas aristas de sus vidas parecen más chicos de lo que indican sus 9 y 16 años. Tienen una inocencia que no es habitual en niños de sus mismas edades. Lo bueno es que eso no les preocupa y hasta puedo decir que no lo registran.</p>
<p dir="ltr">En resumen, conocí a muchas personas que querían adoptar niños pequeños o bebés para criarlos a su manera, para que aprendan todo “desde cero”, que su hijo viniera sin experiencias y sin conciencia de sus dolores pasados. No era nuestro caso y sin embargo tenemos muchas cosas por enseñar desde cero. Y lo mejor es que ellos pueden expresar sus necesidades con palabras. Y lo que les duele también pero eso lo contaré en otra entrada.</p>
<p dir="ltr">Para terminar y viendo mi entusiasmo muchos dirán: ¿Pero entonces es todo color de rosas? Por supuesto que no! Somos como cualquier familia, sube y baja de emociones y sentimientos, idas y venidas, amor y algún breve desamor. Como todas y como ninguna. Gracias por <u>leerme.</u></p>
El hombre infertilhttp://www.blogger.com/profile/13017416768685907850noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7020776101572925639.post-850165737921200912019-01-18T11:47:00.001-03:002019-01-18T11:47:09.309-03:00Instantes de la segunda visita<div align="left" ><p dir="ltr">Exactamente un mes después de la primera visita, viajamos nuevamente a la provincia vecina para seguir relacionándonos con F y L. Una segunda vez que fue más corta (4 días, de jueves a domingo) pero con mayor cantidad de horas juntos por lo que fue mucho más fructífero cada minuto juntos.<br>
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Esta vez alquilé un lugar a pocas cuadrar del hogar donde viven por lo que íbamos caminando a buscarlos a media mañana y nos quedábamos juntos en el departamento hasta las 21 hs cuando los dejábamos de vuelta en el hogar. Les hicimos de comer nuestra comida, es decir, probaron el sabor de la comida familiar, en cuanto a gusto y ritual. Los 4 sentados a la mesa, aprendiendo todos de los gustos de los demás. Desayuno, almuerzo y merienda compartidos.</p>
<p dir="ltr">Por casualidad, a una cuadra del lugar donde nos quedábamos había un parque gigante con muchos juegos para niños, canchas de futbol, aire limpio y mucho tiempo para verlos correr y reir y notar cómo con cada cosa que hacían nos miraban para ver que estábamos pendientes y nos reíamos con ellos.</p>
<p dir="ltr">Cuando hubo lluvia fue momento de mirar películas, de jugar a las cartas, de cosquillas ante el menor descuido, de frases sueltas que de la nada decían un “la amo mamá” junto con un abrazo. Desmiento que al escribirlo me haya emocionado…</p>
<p dir="ltr">Escribiré cosas sueltas, como el último día que fuimos a buscarlos y uno de los niños del hogar llamó al más pequeño gritando su nombre y acompañando el grito con otro que decía: “familiaaaaaaaaa…” Eso me quedó grabado, fue como un grito directo a la conciencia, a hacerse cargo, a aceptar, sobre todo a creer que casi somos y seremos eso, una familia. La verdad que me dan ganas de gritarlo a mí también.</p>
<p dir="ltr">El otro momento de ésta visita que jamás en mi vida se borrará fue el sábado anocheciendo mientras caminábamos para devolverlos al hogar. La calle desierta, un viento fresco que desmentía el verano de enero y L que caminaba abrazado a mi mujer y yo con F, que tiene casi mi altura a sus 15 años, también abrazados, rodeando el hombro del otro. Fueron 30 o 40 metros donde sentí cosas que nunca antes. De esos instantes donde la vida tiene sentido, donde vale la pena la lucha de tantos años.</p>
<p dir="ltr">El siguiente momento no fue estando juntos, fue ya estando en casa mientras hablábamos por teléfono como lo hacemos diariamente. Al pequeño L no le gusta mucho hablar por teléfono e incluso muchos días lo evita aunque en persona es todo lo contrario. Lo cierto es que una tarde tomó el teléfono para decir: “mamá, me corté el dedo”. Resulta que los chicos que viven en el hogar hacen las tareas de la casa como hacer la cama, limpiar, barrer, etc. En una de esas actividades L se hizo un corte sin mayor gravedad y quiso contarlo. Podría haber contado cualquier cosa, lo que pega es el comienzo de la frase, ése “mamá” tan cercano, como si buscara el consuelo que nunca tuvo ante un golpe.</p>
<p dir="ltr">Todo sigue sobre rieles entonces. Nos hubiera gustado que del lado de la justicia se hubieran acelerado un poco los tiempos y traerlos ahora con nosotros pero feria judicial, vacaciones, suplencias y demoras varias no lo permitieron. Mientras tanto, nosotros vemos que principalmente F sufre porque quiere dejar el hogar. Deseaba mucho en su momento una navidad con una familia. Deseó también que fin de año fuera en familia. Ahora, el martes 23 cumple 16 años. Y nos preguntó muchas veces que si iríamos a visitarlo. Y lamentablemente es imposible y se lo explicamos con ésos argumentos de adultos que a veces dan ganas de no usar pero son la realidad como el trabajo, el dinero, la distancia, etc. Notamos su tristeza, como ante cada evento de fin de año que no pudo ser.</p>
<p dir="ltr">L por suerte todavía goza de la inocencia que le dan sus 9 años de no sentir que ésas fechas son duras para alguien sin familia. </p>
<p dir="ltr">Esto seguirá en febrero, veremos cómo continúa…</p>
El hombre infertilhttp://www.blogger.com/profile/13017416768685907850noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7020776101572925639.post-12999655217600335862018-12-16T04:12:00.001-03:002018-12-16T04:12:30.617-03:006 días conociendonos. Magia pura<p dir="ltr">Son las 02:30 del domingo y se cumple un tercio del viaje de vuelta a casa. Un viaje de 400 km que en unos días, estoy seguro, vamos a repetir para buscar a nuestros hijos y llevarlos a casa. A su casa. <br>
Como siempre decimos y hasta nos permitimos bromear con mi mujer, nunca nada va a resultar fácil para nosotros. Pero, se dice por ahí, lo que cuesta, vale. <br>
Los 6 días de vinculación con F y L han sido increíbles, maravillosos y cuanto calificativo positivo se les ocurra. Hasta el jueves sólo dos horas diarias, viernes 3 hs y sábado desde las 10 hasta las 20:30. Cerramos por todo lo alto como dicen por España! <br>
Sus dos hermanas tuvieron por estos días vinculación con una mujer sola que quiere adoptarlas pero sólo pudo estar 3 días aquí y volverá la semana que viene para continuar con ése período de conocerse. Y el asunto es que para los cuatro es condición seguir viéndose, a lo cual claramente es imposible negarse porque son la familia primaria. <br>
Asi que tendremos unos días en pausa, a la espera de cómo transcurra el tema de las niñas para saber fecha y, lo más importante, motivo del próximo viaje. Si es para continuar viéndonos y que todo siga avanzando o ya para llevarlos a casa. <br>
Esta semana fui tomando notas, mentales y en el teléfono, cosas sueltas que quería dejar escritas aquí . Y voy a empezar por una que sucedió al despedirnos. Los 9 chicos del hogar se iban de paseo nocturno luego que los dejamos y como aún nosotros no nos íbamos a nuestro hotel porque nos quedamos hablando con uno de los tutores, ellos pasaron para subir al coche que los llevaría y aprovecharon para un último saludo. F abrazó a mi mujer un largo rato, más de lo que era habitual los días anteriores y vi que le habló pero no entendí qué le dijo hasta que se lo pregunté a ella. "Abrazame fuerte" le dijo. Son las 03:05 y se me nublan las letras de la emoción. <br>
No podría poner en palabras aquí las cosas que aprendí en estos días. Menos podría expresar todo el amor que tienen para dar esas dos personitas. Y menos aún todo el cariño que necesitan, el que demandan con gestos, con miradas. <br>
¿Cómo pudo ser que alguien que pudo tenerlos desde el día 1 no pudo, no supo o no quiso amarlos? <br>
El martes por la tarde, F (el mayor) le preguntó a L (el menor) cómo quería llamarme a mi. Y vino hacia mí, me abrazó por la cintura y dijo "papiiii" Tampoco podré poner en palabras lo que sentí... <br>
Y así todos los días siguientes. Mamá y papá, o los diminutivos Ma y Pa. </p>
<p dir="ltr">Momentos <br>
Hubo una salida a desayunar y al super. Desayuno de fotos y risas, de L dejando un café casi sin tomar porque, creo yo, contrastaba demasiado con su propia dulzura 🙂<br>
Luego en el supermercado cuando me alejaba los oía entre pasillos preguntar "¿dónde está papá?" <br>
Pero al margen de esos lindos momentos estuvimos atentos en cada charla o frase para conocer cosas que aún no nos contarán pero las dicen sin pensar. <br>
Pasábamos por el lugar de las cervezas y L señaló las botellas como abarcandolas para decir: "Todo esto tomaba mi papá". Luego preguntando a psicólogo y AS sabríamos que, claro está, el padre es alcohólico. Y pudimos saber otras cosas que no dejaré escritas porque duelen. Nos duelen por ellos, porque no se puede entender lo que sufrieron, las cosas que naturalizaron y que no lo eran. Escuchar a F decir, el primer día nomás, que a él lo castigaban porque se portaba mal cuando la realidad es que él tiene guardada en su memoria ésa idea. No veo las horas de hacerle ver que no era así, que no hay travesura que justifique lo que le tocó sufrir. <br>
Y aquí quiero contar algo que nos decía uno de los psicologos del hogar donde ellos viven. <br>
Lo que F tiene, decía el profesional, es Resiliencia, esa palabra tan de moda que le cabe a la perfección. Nos decía que él saca cosas buenas de todo lo que le pasó y mira siempre hacia adelante. <br>
Yo creo que ahora vendrá una etapa de hacerle entender y sobre todo que sienta que habrá una familia con él que le dará todo lo que la que le dio la vida no le brindó. Y que a partir de ahí pueda ocuparse de él. Tiene casi 16 años! Creció de golpe y a los golpes, haciéndose mayor en un montón de situaciones únicamente para ser protector de sus hermanos. Por eso creo que no le gusta estudiar, es como un padre de familia sin serlo. Iba al colegio pero para escapar de la realidad de su casa. Y hoy sigue situándose en un lugar de protector que le hace olvidar lo que es importante para un chico de su edad. En el único futuro que piensa es en que sus hermanas y ellos dos tengan sus familias. <br>
L, por suerte y por decirlo de alguna manera, es un niño que va al día en su colegio, inteligente, deportista, le brillan los ojos. Creo que está lleno de inocencia, eso es. Tan lindo como eso. Se ríe fuerte, hace bromas y abraza mucho. Pero no a mí, más a mi mujer, le faltan de esos abrazos que dan las madres. Incluso el sábado por la siesta en la cama puede que haya roto el récord mundial de abrazos. Alguien debería fijarse si no aparece el dato en el Guinnes 🙂<br>
Desborda tanta dulzura que el viernes mientras nos íbamos del hogar nos gritó: "Que les vaya bien" al despedirse.<br>
Casi son las 4 y seguro me quedan mil cosas por contar. Estos días fueron eternos, 6 días que parecieron 6 meses.<br>
Muchas cosas aprendidas y entendidas. Voy a insistir en las cosas lindas de adoptar niños grandes o adolescentes. Me perdí mil etapas, sí. Pero estos chicos nos dicen y nos muestran qué es lo que necesitan, no tienen dudas, quieren ser felices de una vez por todas. Tener hogar y familia porque ya tuvieron casa y padres biológicos y eso no fue lo que debió ser.<br>
Como en Volver al futuro, cuando el protagonista ve la foto donde su imagen se va desvaneciendo porque sus padres no se van a conocer yo hoy tengo (imaginariamente) dos papeles de paternidad que dicen que fui papá en enero de 2003 y en abril de 2009. El certificado está formándose de a poquito. Magia pura. </p>
El hombre infertilhttp://www.blogger.com/profile/13017416768685907850noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7020776101572925639.post-36973253084122429042018-12-10T18:31:00.001-03:002018-12-10T18:31:02.947-03:00El primer abrazo y dos horas juntos<p dir="ltr">Son F de 15 años y L de 9 años. Hoy los conocimos y no sé por donde empezar ni que contar. Empezaré por decir que hoy sentí el mejor abrazo que me dieron (sin contar los de mi mujer 🙂) Si quieren saber cómo fue busquen en su memoria el mejor que les dieron y bueno, así fue. No lo puedo detallar porque los sentimientos no se pueden escribir fielmente, son sentimientos y se sienten. Y los que leen éste blog saben que soy bueno tratando de describir sentimientos pero sepan que a ése abrazo no lo voy a poder describir, imaginenselo.<br>
Antes de conocerlos, las asistentes nos pidieron que les enviaramos un video corto saludándolos. Ése video hoy fue casi el primer motivo de conversación porque en él se coló uno de nuestros perros y dijo que quería conocerlo 🙂. <br>
Otro tema fue el fútbol, el club del que somos hinchas. Ellos de Boca, yo del campeón River. No pude contener la sonrisa, así es el fútbol!! Y las "discusiones" que vendrán! F ama el fútbol, L juega al basquet. <br>
En un momento de las primeras dos horas juntos, estando los 4 solos, F aclaró que quieren irse con nosotros a casa. Luego con psico y AS lo volvió a decir y allí fue, para mí, el momento más fuerte de ése rato. Se puso a contar con una serenidad y una claridad admirables algunas de las cosas que pasaron con L y sus 2 hermanas que están en otro hogar. De golpe, lo juro, él tenía 20 o 30 años. Hasta hace un rato mostraba cicatrices de la caída del árbol que lo tuvo dos días internado en observación y ahora mostraba las otras cicatrices, las del alma. Las de abandono, las de irse de su casa, las de ser el hermano que cuidaba y cuida a los otros 3.Fue un impacto escucharlo. <br>
Por eso, L hace lo que dice su hermano y le cuesta más éste cambio que se aproxima. Se lo nota inteligente, sensible, le gusta leer y escribir como a mi y su cumpleaños es 3 dias después del mío. <br>
Los dos pidieron nuestros teléfonos y se pasaron un buen rato jugando e instalando apps que ninguno de nosotros tenía (ni sabíamos que existían) Recién los conozco y ya empiezo a pensar cómo haremos para "extirparles" esos aparatos🙂<br>
En un rato los vemos otro par de horas y mañana tenemos permiso de llevarlos a pasear. <br>
Seguiré contando cómo suceden las cosas si el tiempo y las emociones lo permiten. </p>
El hombre infertilhttp://www.blogger.com/profile/13017416768685907850noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-7020776101572925639.post-4443580282600136732018-11-07T12:59:00.001-03:002018-11-07T12:59:09.531-03:00Edificios con empatia<div align="left" ><p dir="ltr">El título de esto que escribo es una expresión de deseo. Que los centros de reproducción asistida tanto públicos como privados sean empáticos, amables con sus pacientes. Siempre hablamos de la empatía de los humanos o la falta de ella en distintos momentos de los tratamientos pero hay otro tema que deciden los humanos y quizás pasa desapercibida porque el que diseña o decide cómo van a desenvolverse las personas en un edificio no conoce del tema.<br>
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Para explicarlo mejor, en centros y hospitales se juntan todos. Parejas que van a informarse, parejas en tratamiento, parejas embarazadísimas y hasta parejas con hijos recién nacidos. Hay de todo y todos se juntan en un mismo ambiente o en los mismos pasillos y el que diga que no tuvo sentimientos encontrados viendo las distintas situaciones, miente.</p>
<p dir="ltr">La situación ideal entonces sería que cada grupo tenga su edificio, o su ambiente, o hasta sus propios pasillos. Lo que planteo es una utopía, una situación perfecta y donde cada pareja estaría con otras parejas en el mismo punto de la “competencia”. Sé que es imposible organizar un edificio de ésa manera pero quizás alguno existe que tiene en cuenta lo que digo. Sólo los que paseamos por esos lugares sabemos lo que es, por ejemplo, ir a comenzar un segundo o tercer tratamiento y ver pasar embarazadas, por más positivamente que se trate de tomar el asunto.</p>
<p dir="ltr">Mi experiencia</p>
<p dir="ltr">Ya conté que fui a dos centros y ambos eran diferentes. El primero gozaba de la reputación de ser uno de los primeros en mi provincia y hacía gala de ello a cada paso en su sala de espera. Recortes de diarios de los éxitos lejanos con nacimientos múltiples por un lado y la publicidad gigante de la que en ése momento era una novedosa ecografía 4D. Para el que llega por primera vez es una invitación a la ilusión todo el decorado y suena hasta lógico, puro marketing. Pero para el que lleva 10 o 15  visitas y un par de golpes encima el decorado ya no le aporta nada a la ilusión, al contrario.</p>
<p dir="ltr">El otro centro tenía mínima referencia al tema, diría que era hasta sobrio y casi que si uno no supiera a qué iba allí ni se enteraba que hacíamos todos ahí sentados.<br></p>
<p dir="ltr">Pantalla que informa</p>
<p dir="ltr">La primera vez que tuve que “dejar una muestra” para saber si lo mío servía o no, fui a un lugar anexo al centro de reproducción y había una pantalla de tv con un powerpoint reproduciéndose eternamente lleno de información, en variedad y cantidad. Juro que allí vi más información que la que me dieron luego los propios médicos. Obviamente, no había otra cosa para ver mientras esperaba y, para ser sincero, tampoco daba para ponerse a hablar con los compañeros de espera. Es una situación muy extraña saber por qué estamos ahí y tratar de encontrar tema de conversación.<br></p>
<p dir="ltr">Para ir terminando hay un temita que viví en los dos centros en distintos momentos: la secretaría en recepción… embarazada! Estaría loco si pretendiera que pierda su trabajo o la reubiquen pero era raro el momento en que nos atendía la secretaría embarazada. Siempre me quedaba pensando si lo había logrado natural o si hizo uso de su lugar de trabajo J</p>
<p dir="ltr">Por último, estaría bueno que cuando a la consulta va la pareja sean llamados ambos a la cita. Es un detalle quizás, pero en ésta época tan feminista (bienvenida sea) sería justo llamar a ambos porque, digamos las cosas como son, el nombre del futuro papá no lo sabe nadie.</p>
<p dir="ltr">Escribí esto y dudo hasta último momento en publicarlo porque a veces parece que pensamos en cosas que a cualquier mortal le parecería una estupidez o una locura. Pero lo escribí habiendo leído a otras personas sufrir un poco o sentirse incómodo por esa falta de amabilidad de los edificios y su organización.</p>
El hombre infertilhttp://www.blogger.com/profile/13017416768685907850noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7020776101572925639.post-79366897167614682862018-10-10T14:09:00.001-03:002018-10-10T14:10:05.542-03:00La fuerza de las madrugadas<p dir="ltr">Tenía algo pendiente de lo que escribir y es de la fuerza, la indómita fuerza. Dicen los diccionarios que indómita refiere a algo que no se puede domar, que es difícil de someter, guiar o controlar. Quería escribir sobre ésa fuerza de la que echamos mano los infértiles para revertir ése diagnóstico, para darle lucha, para gritarle un sí a lo que es no.</p>
<p dir="ltr">Es claro que todos los seres humanos tenemos ésa fuerza innata de enfrentar las adversidades, con mayores o menores niveles de intensidad, incluso con mayor o menor consciencia de poseerla. Pero estoy convencido que lo nuestro es de otro nivel, casi que no es normal.</p>
<p dir="ltr">Muchos casos de infértiles superan cualquier intento de explicación lógica para entender cómo alguien puede recorrer tantas instancias físicas y mentales para lograr su objetivo.</p>
<p dir="ltr">Pero no sólo está la fuerza para intentarlo. La fuerza que nadie podrá explicar es la de volver a intentarlo cuando no resulta, incluso cuando las posibilidades de éxito no dan esperanzas ciertas y los miedos siempre se agrandan. De hecho, las certezas existen cuando hay un hijo en brazos, lo demás es empujar mil veces los límites conocidos y por conocer.</p>
<p dir="ltr">Un clásico de las cosas que se dicen a futuros padres en pleno embarazo es “aprovecha a dormir ahora porque después…”  Esa frase siempre me pareció una gran tontería porque no hay forma de acumular horas de sueño para equilibrar la falta de él después (sino seríamos osos ¿no?) Y siempre me llamó la atención la existencia de ésa fuerza para enfrentar noches sin dormir o dormir de a ratos que transcurren los padres nuevos. Claramente es el cuidado del niño y mil razones más que tienen que ver con el propio ser humano que lo hace sacar fuerzas de donde no hay para atender a quien no puede hacerlo por sí mismo.</p>
<p dir="ltr">Y siempre quise escribir o contar que me muero por pasar unas noches en vela cuidando un hijo. Lo bueno es que aún no sé si será por cambiar pañales, un dolor de panza o algún vómito de madrugada o porque ése hijo que vendrá tendrá su primer salida nocturna con amigos. Está por verse.</p>
<p dir="ltr">Yo no quiero saber de dónde sale la fuerza de las madrugadas en vela. Yo lo que quiero es vivirla en carne propia y que nadie me advierta lo mal que lo voy a pasar porque no, estarán equivocados. La pasaré mal porque quizás no sepa solucionar los llantos del hijo pero voy a sentir la fuerza indómita para estar ahí, para ser papá o intentarlo lo mejor posible.</p>
<p dir="ltr">Hace tiempo que hay días que no tengo fuerzas pero sé que el día que hagan falta ahí estarán. Si es necesario invocar a Thor o a Hulk lo haré. Nunca se sabe a qué superhéroe se puede recurrir para dormir un niño o qué cuento de princesas inventar para endulzar los sueños de una niña. O al revés, ¿quién sabe?</p>
<p dir="ltr">A los infértiles no nos digan que vamos a dormir poco o nada cuando nazca eso que tanto deseamos. Quizás ya tuvimos noches sin dormir… y sin bebés. Sin dormir por el deseo de tenerlo y por el dolor de no tenerlo.</p>
<p dir="ltr">Vayan a decirles a los padres “normales” ésa frase venida de inmemoriales tiempos de la humanidad. Si pasamos por lo que pasamos, con tanta cosa anormal tipo ciencia ficción rodeándonos, una madrugada sin dormir es lo de menos. Tendremos fuerza extra para estar despiertos porque será un sueño con los ojos bien abiertos.</p>
El hombre infertilhttp://www.blogger.com/profile/13017416768685907850noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-7020776101572925639.post-57063056429143440742018-09-04T14:42:00.001-03:002018-09-04T14:43:50.348-03:00Batirse a duelos<div align="left"><p dir="ltr">La semana pasada terminaba una sesión de análisis con mi psicóloga donde hablamos mucho del tema de la adopción cuando me comentaba algo que yo ya sabía pero no está mal recordarlo siempre, que el vínculo de los padres adoptivos y el niño adoptado es el encuentro de dos duelos. Ambos lados pasaron por un duelo, el niño transitó una historia de abandono, de no tener la familia con la que comenzó su vida y los que lo van a adoptar pasaron por el duelo de no haber podido procrear un hijo. Ambos tienen un trabajo enorme por delante, sanando esas heridas.<br>
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</div><div align="left"><p dir="ltr">Cuando ejercía el periodismo el momento de elegir el título de una nota surgía de una búsqueda. En el título había que informar y despertar interés, con algo de creatividad. Cuando mi psicóloga planteo lo de los duelos automáticamente se me vino el título de lo que escribo hoy, “Batirse a duelos”<br>
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<div align="left"><p dir="ltr">Claro está que a lo primero que les habrá recordado el título es a aquéllos western de los 60 o 70 con un John Wayne o Clint Eastwood parado en medio del pueblo frente al villano de turno listo para desenfundar y ser el más rápido del oeste. Pero no, me refiero a lo que escribí al principio, una familia por completarse y un niño que quiere una, dos duelos, sanados o en proceso de lograrlo, juntos. Lo de batirse claro que no se refiere a eliminar al otro, va en el sentido del batido, de la mezcla, de tomar ingredientes y lograr algo en común. Como en el verano cuando tomamos 2 o 3 frutas y las mezclamos para un batido. Ojalá se entienda lo que quiero decir J<br>
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<div align="left"><p dir="ltr">Hace días renovamos nuestra inscripción en el registro de adopción, algo que hay que hacer anualmente y donde se da la oportunidad de cambiar, por ejemplo, la edad de la persona a adoptar. Hicimos el cambio de 12 años como máxima edad del niño a adoptar para ampliarla al máximo de 17 años. Por suerte no tuvimos mayores dudas en hacer ése cambio porque abre mayores posibilidades de adopción porque hace tiempo tenemos claro que no hay tantos niños pequeños para adoptar y sí, más grandes.<br>
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<div align="left"><p dir="ltr">Personalmente sé que no es lo mismo un bebé de meses que un niño que ya vivió años, que ya entendió lo que le pasó y que creció dentro de un sistema con fallas por doquier. Pero me gusta el desafío porque quiero saber de él o ella (o en plural), quiero que me cuente todo lo que le dolió y todo lo que le ilusiona. Y yo contarle también todo. Curarnos esos duelos y salir adelante.<br>
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<div align="left"><p dir="ltr">Hace poco participamos de un encuentro sobre adopción y de alguna manera destacaron nuestra amplitud con el tema de las edades del niño a adoptar. Y noté lo difícil que es para muchas parejas resignarse al bebé, a adoptar a alguien que sea lo más cercano en edad a un hijo propio recién nacido. Sería incapaz de juzgarlos porque entiendo lo que piensan y hay toda una historia respecto de la adopción que sin quererlo ata la idea de adoptar a que sea un bebé. Pero hay niños que esperan años una familia que a medida que crecen en edad disminuye el interés en ellos. Niños que, sin dudas, desean una familia más que un bebé porque son más conscientes de su historia. La necesidad es la misma pero el peso de lo que transitan va creciendo.<br>
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<div align="left"><p dir="ltr">En ésa charla escuché a una mujer diciendo que le costaría mucho irse a dormir una noche y al día siguiente llevar a su hijo al jardín de infantes. Cada vez que lo recuerdo me vuelvo a reír de lo que hablamos con mi mujer al salir de la reunión cuando imaginábamos, en nuestro caso, irnos a dormir un día y al otro día tener fiesta de egresados del colegio secundario J<br>
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<div align="left"><p dir="ltr">Como decía, no juzgo a nadie en su búsqueda, cada caso es un mundo y cada uno sabe lo que quiere. Sólo quiero dejar escrito que me alegra mucho tener asimilado que quiero adoptar a alguien que nos llene, que nos acompañe y acompañarlo, que nos completemos.<br>
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<div align="left"><p dir="ltr">No sé bien cómo pero elegimos mirar hacia adelante, sin lamentar tiempos o etapas perdidas de ésa vida que llegue a casa. Habrá tiempo para reconstruirla pero sobre todo para construir juntos nuestra historia.</p>
</div>El hombre infertilhttp://www.blogger.com/profile/13017416768685907850noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7020776101572925639.post-2805282490732717082018-07-19T18:04:00.001-03:002018-07-19T18:09:28.874-03:00No lo digas! <div align="left"><p dir="ltr">Cumplo por estas horas un año desde la primera entrada de éste blog y como no podía ser de otra manera lo voy a celebrar escribiendo, porque un año después sigo con ganas de hacerlo y aún quedan cosas sobre las que escribir.</p></div>
<div align="left"><p dir="ltr">Un tema que tenía pendiente era sobre las cosas que nos dicen a los infértiles y que NO deberían decirnos. Esas que, en su gran mayoría, el que las dice tiene la mejor de las intenciones aunque terminen generando el efecto contrario. Esas que, además, se dicen sin pensar, sin información, sin tacto, sin empatía. Ejemplos hay miles y estoy muy seguro que alguna que otra no estará en la lista así que los invito a hacer un post colaborativo también. Me dicen qué falta y lo agrego sin problemas. </p></div>
<div align="left"><p dir="ltr">Cuando se trata de llegar al embarazo, casi todo el mundo cree saber qué se debe hacer, a saber:<br>
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<div align="left"><p dir="ltr">Clásico de clásicos!</p></div>
<div align="left"><p dir="ltr">Como un River-Boca o un Madrid-Barcelona, el clásico de clásicos es… si si, el que ya todos sabemos! “Te tenés que relajar” La magia más absoluta, la solución contra la que la medicina más avanzada jamás va a poder: las vacaciones o la escapada más relajantes del universo hacen que haya embarazo. Increíble pero real.</p></div>
<div align="left"><p dir="ltr">Siempre existirá la historia del “hermano de una amiga de un compañero de trabajo” o similar que no podía quedar y lo logró, relajación mediante, eso sí. El asunto quedará zanjado si se deja de pensar en él y mejor nos dedicamos a pensar en un buen viaje. Como en toda regla no escrita, hay excepciones que la confirman por lo que contribuyen a que éste argumento sea el número uno del ranking.<br>
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<div align="left"><p dir="ltr">Hablando más seriamente, creo que esto de la relajación tiene que ver con que el hecho de concebir un hijo debería ser algo relajado, sin contratiempos, hasta sin pensarlo demasiado. Y qué mejor, entonces, que hacerle la cartita a la cigüeña en una posada al lado del mar en Brasil o en el Caribe.</p></div>
<div align="left"><p dir="ltr">Ojalá fuera tan fácil señores/as! Si de relajarse y viajar dependiera el tan mentado “turismo reproductivo” sería otra cosa no?<br>
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<div align="left"><p dir="ltr">Dios o el destino o viceversa (o ambos!)</p></div>
<div align="left"><p dir="ltr">“Quizás Dios tiene otra cosa pensada para vos, algo mejor” Bueno, bueno, bueno, si tiene algo mejor pensado que me lo vaya comunicando pero mientras tanto lo que quisiera es un hijo y, si fuera posible, sin tener que renegar demasiado. Vamos Dios (o la deidad o religión que sea)!! Yo tengo un deseo más o menos concreto, si además se te ocurre otra cosa, veremos J</p></div>
<div align="left"><p dir="ltr">Tampoco digan que Dios nos va a ayudar o similares. Nos ayudarán la ciencia y, al que le sirva y crea, lo ayudará rezar por supuesto.</p></div>
<div align="left"><p dir="ltr">La otra frase similar es “quizás tu destino sea no tener hijos” Parecerá increíble pero existe gente que la puede decir sin ponerse colorado. Y aclaro, puede ser que de no conseguirlo uno mismo asuma ese “destino” pero de ahí a que haya alguien que se lo diga a un infértil es injustificable y cruel, por supuesto.</p></div>
<div align="left"><p dir="ltr">También podemos incluir aquí “Llegará cuando tenga que llegar”. Y si, de frases hechas está lleno el mundo! O quizás suceda también que no llegue, como en mi caso. Todos tenemos la certeza hasta que ya no la tenemos.<br>
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<div align="left"><p dir="ltr">¿No pensaron en adoptar?</p></div>
<div align="left"><p dir="ltr">Y… no. Son muy pocas las parejas que quieren adoptar antes de agotar hasta la última instancia de tratamientos de reproducción. Por supuesto que hay personas que lo deciden antes, aún antes de saber que tienen un problema de reproducción, pero son los menos.</p></div>
<div align="left"><p dir="ltr">Asi que no, la mayoría no lo piensa ni remotamente mientras haya opciones con sus propias armas.</p></div>
<div align="left"><p dir="ltr">Además, hay casi un mito según el cual adoptar es tan fácil como ir a un hogar, tomar un niño a elección (preferentemente menor a un año) y salir por la puerta felices. Y les puedo asegurar que a un año también de habernos anotado para adoptar el camino está lejos de ser un lecho de rosas.<br>
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<div align="left"><p dir="ltr">La consejera</p></div>
<div align="left"><p dir="ltr">Supongo que éste ítem se da entre mujeres solamente. Los hombres hablamos tan poco del tema que ni a aconsejar llegamos. La consejera que al enterarse de la infertilidad de amiga o pariente enseguida recuerda que tenía una conocida que no podía embarazarse e hizo tal o cual cosa, como si la solución fuera exactamente idéntica para todas. Ojala pero no!</p></div>
<div align="left"><p dir="ltr">Aquí interviene la liviandad de cerebro y rapidez de lengua de la consejera en cuestión que con tal de “apoyar” o “levantar el ánimo” o “minimizar el problema” echa mano de aquel caso del que se enteró y, obviamente, jamás supo mayores detalles tanto de diagnóstico como de solución. Total, si resulta se lleva los laureles del buen consejo.</p></div>
<div align="left"><p dir="ltr">Es necesario el acompañamiento y las palabras pero antes de opinar mejor informarse para poder ser útil. Muchas veces el silencio es salud.<br>
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<div align="left"><p dir="ltr">Eres joven</p></div>
<div align="left"><p dir="ltr">Si de ser joven se tratara en lugar de hacer tratamientos estaríamos todos buscando la fuente de la eterna juventud. El problema de reproducción puede estar ahí a los 20, a los 30 y más tarde también. La diferencia es que la mayoría llega un poco tarde al diagnóstico y termina corriendo contra el reloj. Pero el argumento de que “eres joven” no le arreglará a nadie su problema reproductivo. Para lo único que puede servir es para verse un poco mejor al espejo quizás pero no es ningún consuelo. Por el contrario, ésa frase parece que pusiera a las agujas del reloj a andar más rápido, con toda la carga que el tiempo significa para nosotros.<br>
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<div align="left"><p dir="ltr">Las noticias</p></div>
<div align="left"><p dir="ltr">No dejo de sentirme culpable cuando me siento mal con un embarazo cercano. Culpable por tener bronca, por recordar otra vez que para casi todo el mundo es fácil, por la tristeza que provoca. Todos tenemos el mismo sentimiento inevitablemente.</p></div>
<div align="left"><p dir="ltr">La buena noticia siempre se dice en voz alta, se comunica en las redes como corresponde y todos contentos.</p></div>
<div align="left"><p dir="ltr">Son pocos los que hacen uso de un cierto tacto para cuidar al que la pasa mal ante las buenas nuevas. Por eso es que muchos elegimos el aislamiento como ya escribí hace mucho titulando “El círculo cerrado”. No parece ser lo más sano pero hay días que no se soporta y sólo los que están en la lucha lo entenderán. No quiero saber de embarazos, ni bebés nuevos y menos que la recién nacida del trabajo lleve el mismo nombre que quería yo si hubiera tenido una hija.</p></div>
<div align="left"><p dir="ltr">Ojo, tampoco se trata de tenerle lástima al infértil. Se trata de tacto y empatía, cuidarlo un poco entendiendo que las noticias pueden golpear aunque mostremos una sonrisa más falsa y extraña que la de la Mona Lisa.<br>
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<div align="left"><p dir="ltr">No es para tanto, hay cosas peores</p></div>
<div align="left"><p dir="ltr">Aquí y ahora, esto de la infertilidad es lo peor que puede pasar. Seguro antes o después uno pueda observar el problema con otra capacidad de análisis o los sentimientos que le provoque sean menores pero en el mientras tanto, en el momento de darle lucha, es lo peor que puede pasar. Simple, nadie tiene la medida del dolor de los demás.<br>
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<div align="left"><p dir="ltr">“Comprate un perro” o “tiene el perro como si fuera el hijo”</p></div>
<div align="left"><p dir="ltr">Jamás de los jamases un animal podría reemplazar un hijo. Proponer criar una mascota que reemplace la crianza del hijo que no se tiene es una estupidez. Amo los animales y sé todo lo que me dan los que tengo en casa pero no reemplazan lo otro. En ambos casos es amor, pero bien distintos, en cuanto a lo que podemos darles a ellos como lo que ellos pueden darnos.<br>
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<div align="left"><p dir="ltr">Infértil, no impotente ni poco hombre</p></div>
<div align="left"><p dir="ltr">Dejé para el final lo exclusivamente referido a los hombres. Tuve la “fortuna” de no haber escuchado a nadie decirme cosas que mejor no hubieran dicho. Pero en éste tiempo pude leer algunos “argumentos” que los hombres suelen soltar livianamente para referirse a otro que sufre infertilidad. Y no es casual que la mayoría relacione directamente la imposibilidad de tener hijos con algún problema de índole sexual. Así, muchos creen que el infértil “no tiene erecciones” (por decirlo de manera amable), que “no le gustan las mujeres”. Otros, sementales modelo siglo XIX o XX, se ofrecen como solución postulándose como “aportante” de aquello que al infértil le falla o le falta. Esto último me cuesta creer que alguien pueda decirlo o siquiera pensarlo pero es como con las brujas, que las hay, las hay.</p></div>
<div align="left"><p dir="ltr">Supe decirlo en otro post, los hombres suelen tomar más para la broma éstos temas. Por eso mismo es que se calla, por el temor al chiste fácil o a la burla disfrazada de frase buena onda. Quizás hasta nos falte seriedad para los temas importantes como ser infértil porque nos provoca miedo, el miedo paraliza y en el apuro sale decir cualquier cosa.<br>
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<div align="left"><p dir="ltr">Se hizo eterno el post y seguro quedan frases por citar. Esto me gustaría que llegue a los fértiles, a los que no tienen problemas o a los que aún ni intentaron tener hijos. A familiares y amigos de infértiles. Para que todos sepan las cosas que no está bueno escuchar y la próxima vez que quieran decir algo a alguien con infertilidad se tomen unos preciosos segundos para luego ayudar y acompañar sin provocar más dolor o ganarse un merecido… <u>adiós!</u><br>
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</div>El hombre infertilhttp://www.blogger.com/profile/13017416768685907850noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-7020776101572925639.post-50666842801061880162018-07-05T16:29:00.001-03:002018-07-05T16:53:23.039-03:00Hablando de canciones<div align="left" ><p dir="ltr">La música, siempre la música. Para los buenos y los malos momentos. Para bailar o esbozar una sonrisa o para hundirse del todo en momentos difíciles. Da la sensación que siempre habrá un tema escrito para un momento particular de la vida. ¿Quién no dijo o pensó alguna vez “éste tema lo hicieron para mi”?<br>
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</div><div align="left" align="left" align="left" align="left" align="left" align="left" ><p dir="ltr"><br>
Y hay temas que hace décadas escucho, de cuando ser papá era algo lejano pero también era algo que iba a pasar, porque la vida era así de fácil y estructurada no?</p>
<p dir="ltr">Lo raro es que los dos temas de los que voy a hablar siempre me provocaban cierta emoción, vaya a saber por qué, quizás los deseos a futuro o las letras. Y claramente a medida que fueron pasando los años, ya entrado en la batalla de la infertilidad, escucharlas a ambas eran y son un puñal clavado en las ilusiones. Más de una vez apagué la radio o desconecté los auriculares de un tirón aunque mentalmente la letra seguía corriendo, cruel, fijada en la memoria desde hace décadas.</p>
<p dir="ltr">La primera canción que recuerdo es "Era en abril" , del cantautor argentino Juan Carlos Baglietto. No hace falta mucho analizarla ni oírla un par de veces para entender de qué se trata. Un aborto, una pérdida en la última etapa de gestación, unos “pechos llenos de leche y dolor”. La letra es un mazazo y desde ya pido disculpas para aquellas/os que lean y escuchen por primera vez la canción. Es muy dura, lo sé.</p>
<p dir="ltr">Para mí, además, tiene un significado especial porque éste fue uno de los cantantes que me hizo escuchar por primera vez un viejo amigo a quien ya no tengo. No me hizo escuchar sólo ése tema por suerte y fue un amigo que me hizo descubrir a Queen por ejemplo así que le estaré por siempre agradecido por la buena música y la amistad, claro.</p>
<p dir="ltr">El otro tema es más “nuevo” aunque del siglo pasado (suena taaan viejo!! Jajaja) Lo canta Sergio Denis, un artista siempre más vinculado a lo romántico que tiene infinidad de hits en su carrera. Se llama “Gigante chiquito” y no es triste como el anterior pero siempre me produjo algo, por supuesto que hoy más.</p>
<p dir="ltr">La última vez que la escuché fue hace muy pocos días, previamente a la celebración del Día del Padre en Argentina. Es un tema que no dejan de pasar en la radio cada año para ésa fecha. Así que, inevitablemente, lo escucho. Incluso a veces logré hacerlo por completo.</p>
<p dir="ltr">“Mirame siempre a los ojos que en tus ojos me miro” dice una parte de la letra. Tantas cosas para decir de ésa frase que no me salen las palabras. Que linda ésa mirada, ésa identificación, ése sentirse reflejado en alguien.</p>
<p dir="ltr">Los sentimientos que se desprendan del resto de la letra se los dejo a cada uno de los que lean. A mí me cuesta escribir con estos ojos emocionados.</p>
<p dir="ltr">Seguro habrá muchos temas más que nos toquen de cerca a los infértiles. Yo mismo encontré otros en distintos momentos de mi vida aunque ninguno como estos dos que hace décadas me hacían sentir cosas profundas sin saber que años después lo serían todavía más. </p>
<p dir="ltr">Dejo las letras de ambas canciones y links a los videos. </p>
<p dir="ltr">Era en Abril</p>
<p dir="ltr">Juan Carlos Baglietto y Ana Belén (1982)<br></p>
<p dir="ltr">¿Sabes, hermano, lo triste que estoy?</p>
<p dir="ltr">Se me ha hecho vuelo de trinos y sangre la voz, se me ha hecho pedazos mi sueño mejor, se ha muerto mi niño, mi niño, hermano.</p>
<p dir="ltr">No pudo llenarse la boca de voz, apenas vacío el vientre de mi dulce amor.</p>
<p dir="ltr">Enorme y azul la vida se le dio y no pudo tomarla, no pudo tomarla de tan pequeño.</p>
<p dir="ltr">Yo le habia hecho una blanca canción del amor entre una nube y un pez volador; lo soñe corriendo, abrigado en sudor, las mejillas llenas, la mejillas llenas de sol y dulzor.</p>
<p dir="ltr">Era en abril el ritmo tibio de mi chiquito que danzaba, dentro del vientre un prado en flor era su lecho y el ombligo, y el ombligo, y el ombligo el sol...</p>
<p dir="ltr">No busques, hermano, el camino mejor, que ya tengo el alma muda de pedirle a Dios.</p>
<p dir="ltr">¿Qué hacemos ahora, mi dulzura y yo, con dos pechos llenos, con dos pechos llenos de leche y dolor?</p>
<p dir="ltr">Era en abril el ritmo tibio de mi chiquito que danzaba, dentro del vientre un prado en flor era su lecho</p>
<p dir="ltr">y el ombligo, y el ombligo, y el ombligo el sol...</p>
<p dir="ltr">Estamos pensando, sería mejor, el marcharnos tres, el marcharnos tres...que quedarnos dos...)</p>
<p dir="ltr"> <br></p>
<p dir="ltr">Gigante, chiquito</p>
<p dir="ltr">Sergio Denis (1999)</p>
<p dir="ltr">Amigo,</p>
<p dir="ltr">Querido,</p>
<p dir="ltr">Gigante,</p>
<p dir="ltr">Chiquito.</p>
<p dir="ltr">Cuánto amor,</p>
<p dir="ltr">Como te quiero hijo mío.</p>
<p dir="ltr">Mirame siempre a los ojos</p>
<p dir="ltr">Que en tus ojos me miro.</p>
<p dir="ltr"> <br>
Amigo,</p>
<p dir="ltr">Querido,</p>
<p dir="ltr">Travieso,</p>
<p dir="ltr">Bandido.</p>
<p dir="ltr">Yo soñé</p>
<p dir="ltr">Y eras mi sueño, hijo mío.<br></p>
<p dir="ltr">(Estribillo)</p>
<p dir="ltr">Ayúdame</p>
<p dir="ltr">A entender la vida</p>
<p dir="ltr">A querer ser bueno</p>
<p dir="ltr">Ayúdame</p>
<p dir="ltr">A creerte siempre,</p>
<p dir="ltr">A escucharte siempre,</p>
<p dir="ltr">A entender.</p>
<p dir="ltr">Ayúdame</p>
<p dir="ltr"> <br>
A pintar tu mundo,</p>
<p dir="ltr">De un amor profundo.</p>
<p dir="ltr">Ayúdame</p>
<p dir="ltr">A llenar la casa</p>
<p dir="ltr">De luz, de esperanza.</p>
<p dir="ltr">Ayúdame<br></p>
<p dir="ltr">(Estribillo)</p>
<p dir="ltr">Amigo,</p>
<p dir="ltr">Querido,</p>
<p dir="ltr">Tan tierno,</p>
<p dir="ltr">Tan mío.</p>
<p dir="ltr">Tan feliz</p>
<p dir="ltr">De que seamos amigos.</p>
<p dir="ltr">Llevame siempre en tu alma, que en tu alma me abrigo.</p>
</div><div align="left" align="left" align="left" align="left" align="left" align="left" ><p dir="ltr"><br>
Era en Abril<br>
<a href="https://youtu.be/qQ2kEpmWihM">https://youtu.be/qQ2kEpmWihM</a></p>
<p dir="ltr">Gigante, <u>chiquito</u><br>
<a href="https://youtu.be/ND41tSc_8ec">https://youtu.be/ND41tSc_8ec</a></p>
</div>El hombre infertilhttp://www.blogger.com/profile/13017416768685907850noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-7020776101572925639.post-67692166778476791322018-06-11T15:22:00.001-03:002018-06-11T15:22:18.034-03:00La gestación subrogada y un agradecimiento<p dir="ltr">Si hay algo que aprendí en estos largos años buscando tener hijos (propios o como ahora, por adopción) es a modificar creencias, a entender cuestiones que de otra manera no lo hubiera hecho. Cada tanto leo eso que dice que las malas experiencias, las cosas malas, dejan enseñanzas. A la fuerza claro, pero las dejan, y se puede sacar de ellas cosas positivas.<br>
Me propongo entonces decir que estoy muy a favor de la gestación subrogada y ojalá en breve sea legal en Argentina aunque ya distintos juzgados del país permiten anotar como propios a los hijos nacidos bajo ésta modalidad, aún sin ley que lo respalde.<br>
También digo que, lamentablemente, hay mucha gente famosa hoy en día que han llevado a frivolizar ésta forma de ser padres. Muchos sin quererlo, pero otros mostrándola de tal manera que el resto de la gente que no entiende del tema termina condenándola. Famosos que “sponsorizan” desde el minuto cero toda la historia y corren la mirada de los demás hacia otras aristas menos importantes del tema. Famosos que viajan a EEUU a hacer todo porque, como sabemos, con dinero es más fácil (supuestamente).<br>
Con la GS que estoy muy de acuerdo es con ésa donde una hermana, una amiga, alguien cercana, que sabe bien el sufrimiento de los que no lo logran ofrece su cuerpo para llevar un embarazo. Creo que pocas cosas más nobles que ésa podría ofrecer una persona, su cuerpo para ayudar a otros a ser padres.<br>
Cuidado, no digo que sea fácil. Hay que cambiar y reconfigurar muchísimos pensamientos para entenderlo, para aceptarlo. Pero allí es donde entra lo que decía al comienzo, todo lo negativo que en general tiene la carrera infértil lo tiene de positivo en cuanto a aprender, a entender, a modificar, siempre con la mirada puesta en lo que deseamos. Es como el paso que hay que dar en cuanto a lo genético cuando los óvulos propios no sirven y hay que pasar a la ovodonación. Leo bastante seguido mujeres a las que se les acaba el mundo y la carrera si escuchan la palabra ovodonación. Y se entiende porque rompe con todo lo que traían como historia personal, la real y la imaginada. Otras que mueven al siguiente casillero sin mirar atrás y es común leer incluso que “se sacaron un peso de encima” al dejar atrás la lucha con los óvulos propios. <br>
En fin, cada caso es un mundo! Y allí también hay algo que aprendí en estos años, a respetar la historia de cada infértil y sus decisiones y, sobre todo, a apoyar. Ahí en Twitter, en la #infertilpandy, hay apoyo de sobra. Lo digo por si alguien que lee todavía no conocía ése lugar que tanto ayuda a tantas (y ojala a tantos).<br>
Pero lo que yo venía a escribir aquí es que tengo una hermana cinco años menor que es la madre de Jazmín, mi ahijada, ésa pequeña que me abraza bien fuerte cada vez que me ve y que tiene la edad que podría tener hoy un hijo mío de haberlo logrado. Siempre en twitter hablamos de la empatía y quiero decir que mi hermana guardó la noticia de su embarazo bastante tiempo y se encargó de que yo sea el primero en saberlo. Eso es empatía también<br>
A lo que quiero llegar entonces es que mi hermana me ofreció, si fuera posible, ser la gestadora de mi hijo/a. Rechacé el ofrecimiento porque nuestro caso es de donación de óvulos y esperma y reiniciar los TRA no está en los planes, sobre todo a nivel económico. <br>
Pero valía la pena contarlo aquí, dejarlo escrito para siempre como una forma de agradecimiento, por el sólo hecho de pensarlo y ofrecerse.</p>
El hombre infertilhttp://www.blogger.com/profile/13017416768685907850noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7020776101572925639.post-12387946999602925572018-05-11T12:12:00.001-03:002018-05-11T12:12:28.997-03:00Morir un poco<div align="left"><p dir="ltr">Todos los que atravesamos éste problema de la infertilidad terminamos aprendiendo mucho, ya lo supe decir. Aun así, creo que todos hubiéramos preferido ser unos perfectos ignorantes de temas de reproducción asistida y ser felices padres ignorantes de taaaaanta y tan detallada información sobre cómo tener un bebé o al menos intentarlo. Iba a escribir “o al menos morir en el intento” pero suena muy fuerte, aunque no le hubiera venido mal al tema sobre el que quiero escribir hoy.</p></div>
<div align="left"><p dir="ltr"><span style="color:#000000;">Para entrar en detalles, desde fines del año pasado asisto casi mensualmente a un especialista en osteopatía. Para el que no sepa de qué se trata la verdad que no sabría describirlo exactamente, es una mezcla de kinesiología con fisioterapia, trabajan puntos específicos del cuerpo con las manos y la verdad que es bastante beneficioso.</span><br>
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</div><p dir="ltr"><br>
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<div align="left"><p dir="ltr"><span style="color:#000000;">En la última visita allí, me tocó en suerte que me atienda el dueño del centro, que antes de poner manos a la obra se tomó media hora para charlar. Yo llegué allí buscando soluciones o paliativos para algunos síntomas que me acompañan desde hace un par de años relacionados a la ansiedad, los oídos tapados, algunos mareos, el cansancio físico y mental. Entonces el doctor comenzó a indagar más preocupado en mis razones emocionales que en las físicas.</span><br>
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</div><p dir="ltr"><br>
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<div align="left"><p dir="ltr"><span style="color:#000000;">Y por supuesto que surgió EL tema, nuestro tema queridos lectores. Y me comentó algo que no había leído antes ni había surgido en charla alguna, que ni había pensado. Me dijo que lo de la infertilidad, no poder ser padre, es morirse un poco, nos genera una “angustia de muerte”. Que el hombre desde tiempos muy muy lejanos, desde el comienzo bah, tiene como uno de sus “objetivos” procrear para continuar la especie y para verse perpetuado en su hijo, seguir vivo de alguna manera. Que si no lo logra es como morirse. Y resulta que nunca lo había pensado de ésta manera y me hizo reflexionar bastante.</span><br>
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</div><p dir="ltr"><br>
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<div align="left"><p dir="ltr"><span style="color:#000000;">A veces pienso en cómo puede afectar tanto el no poder tener hijos, cómo puede ser tan fuerte ése deseo, casi necesidad. Y lo cierto es que la respuesta estaba allí, o parte de ella. No sólo es un deseo propio, nos viene escrito y sellado desde miles de años pero supongo que no lo tenemos presente o directamente ni enterados estábamos. Igual, tranquilos, no le voy a echar toda la culpa a un Neanderthal por mis lágrimas de hombre infértil. Aun siento que ése deseo de ser padre y que algún día me digan papá es todo mío pero quizás era más fuerte de lo que creía culpa de ésos hombres milenarios que creían que si no tenían hijos se morían.</span><br>
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<div align="left"><p dir="ltr"><span style="color:#000000;">La verdad es que hoy difícilmente creamos en esas ideas pero más de una vez habremos dicho al aire o para nuestros adentros un “me quiero morir” ante los avatares del ser infértil, ante cada nuevo problema encontrado o cada negativo. Y en realidad creo que es lo que menos queremos, sino todo lo contrario, queremos vivir para dar vida o, como en nuestro caso, vivir para acompañar la vida de otro adoptándolo y brindándole un hogar, una familia.</span><br>
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<div align="left"><p dir="ltr"><span style="color:#000000;">El tema de la ansiedad también tiene raíces allá lejos y hace tiempo. Me gusta explicar a alguien que desconoce del tema que ansiedad y estrés tenemos todos desde hace miles de años porque es una respuesta básica del cuerpo ante una amenaza y tiene que decidir entre huir o luchar. El corazón se acelera, la sangre bombea más hacia brazos y piernas (por eso los mareos, porque sube menos al cerebro), los temblores, sudores, etc. El tema es que ésa programación mental y física era muy útil hace miles de años para luchar contra algún animal para comer o para correr huyendo de algún depredador. Hoy no hay tales amenazas salvo en situaciones puntuales pero hay miedos a los que el cuerpo reacciona igual (y equivocadamente, claro). Eso, resumidamente, aprendí en estos años de sufrir la ansiedad y luego de leer mucho para entenderla.</span><br>
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<div align="left"><p dir="ltr"><span style="color:#000000;">Volviendo a nuestro tema, si esos hombres peludos y de idioma inentendible se sentían morir por no tener un hijo hoy existen miles de otros hombres que muuuuchas veces también hablan un idioma tan inentendible como aquél, pero los de hoy son médicos y tenemos la suerte que existen y cada vez avanzan más y más para tratar de cumplirles el deseo a miles de personas. Me salió sin querer un pequeño agradecimiento a los que combaten la infertilidad.</span><br>
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<div align="left"><p dir="ltr"><span style="color:#000000;">Quiero decir que no sentí ésa angustia de muerte con la infertilidad. Angustia a secas claro que sí, junto a otros sentimientos que todos ya conocemos porque hicimos el recorrido tipo montaña rusa que significan los tratamientos, el antes, el durante y el después.</span><br>
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<div align="left"><p dir="ltr"><span style="color:#000000;">Así que vengo a afirmar que lejos estoy de morirme, ni un poco siquiera. Hoy existe la ciencia que antes no. Eso sólo debería alejarnos de la sensación de morirse y, por el contrario, agarrarnos fuerte a la </span><span style="color:#000000;"><u>esperanza.</u></span></p>
</div>El hombre infertilhttp://www.blogger.com/profile/13017416768685907850noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-7020776101572925639.post-4365143159202748902018-03-09T18:32:00.001-03:002018-03-09T18:33:07.114-03:00Demasiada realidad (volver a soñar)<p dir="ltr">Esto escribí el 8 de Marzo en el transporte de vuelta a casa.<br>
Siempre fue para mi un momento de relajación, de mirar la gente desde la ventanilla, muchas veces de mirar sin ver. Pero muchas otras de tomar una foto de un instante de alguien, imaginarme su historia, sus alegrías y sus penas. <br>
Pero lo que haré ahora mismo es contar la serie de situaciones que me pasaron hace minutos, en el camino que va desde la puerta de salida del trabajo hasta la misma puerta del colectivo. <br>
Hago 10 metros sintiendo el aire en la cara luego del encierro en la oficina y me interrumpe el paso un papá que quizás habia dejado a su esposa en la marcha del día de la mujer y él se quedó a cargo de los niños. Un hijo de la mano y otro en el cochecito. Les juro que ése hubiera sido yo, tal cual, la misma actitud, las mismas ganas. Fueron dos segundos de un espejo donde vi al yo que siempre imagine y no pude ser.<br>
20 metros mas allá, dos veinteañeras embarazadas de unos 8 meses las dos, con enormes panzas. Por el parecido de ambas les aseguro que eran hermanas y que iban con su madre. Tan fácil y tan exacto iba a ser el tiempo para las dos?? <br>
Unos pasos mas y una pareja jugaba junto a sus dos hijos en un banco de la plaza. Las risotadas eran tantas y tan fuertes que llamaban la atención de otra pareja que miraban encantados la escena, como deseando estar en ése lugar de padre y madre felices. Los que miraban tenian menos de 20 años, los noté en ésa etapa de enamorados que aún no sabe de discusiones, malos ratos ni reveses. Recuerdo ahora que yo también fui de esos. Me extraño muchas veces.<br>
Y no muchos metros más allá una abuela con dos nietos. Pocas imágenes más tiernas no? <br>
Resumiendo, en 200 metros fue como ver una película repleta de escenas en las que me gustaría ser actor y sólo soy espectador. Fue como volver a ver una de esas que te deja pensando o te hace llorar. <br>
Luego no pasó nada durante muchas cuadras. Bah, pasó lo de siempre, gente, bocinazos, la vida común. Pero al llegar a la Terminal me crucé con una nueva pareja, él empujaba la silla de ruedas de ella que lucía una remera que en su pecho decía "Girl Power", en furiosas letras rojas. Ambos reían. <br>
Me sentí un idiota. Pensé en algo muy común que se da cuando vemos a alguien con un gran "problema" como ése y nos comparamos y nos auto preguntamos "¿de qué me quejo?" <br>
Lo cierto es que no logro soltar toda esta mier.. Sé que debo soltarlo, por mi y por los demás. Por ella, la que está a mi lado. <br>
Quiero volver a mirar por la ventana e imaginarme las cosas lindas que les pasan a los demás pero más aún quiero mirarme dentro e imaginarme las cosas lindas que, un día, me van a pasar a mi. Volver a soñar un poco.. <br>
Demasiada realidad últimamente. </p>
El hombre infertilhttp://www.blogger.com/profile/13017416768685907850noreply@blogger.com6tag:blogger.com,1999:blog-7020776101572925639.post-84111149122906976842018-02-01T17:31:00.001-03:002018-02-01T17:31:08.310-03:00Después de ver Coco... <div align="left"><p dir="ltr">Ni una lágrima. Vi LA película del momento (gracias a maneras non sanctas ja) una semana antes de verla en el cine, en 3D. Es decir, la vi dos veces en 7 días pero la primera vez, la que supuestamente debería emocionar más porque cuenta a su favor con el factor sorpresa, no lloré. Apenas un poco de emoción pero cero lágrimas.<br>
</p>
</div><p dir="ltr"><br>
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<div align="left"><p dir="ltr">Así que antes de la segunda oportunidad estuve algunos días preguntándome cómo, si toooodo el mundo contaba que salió llorando a mares luego de verla, a mí no me había emocionado tanto.<br>
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</div><p dir="ltr"><br>
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<div align="left"><p dir="ltr">Yo, que me emocioné con Wall-E y con Ratatouille, con Coco nada.<br>
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</div><p dir="ltr"><br>
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<div align="left"><p dir="ltr">En la abuela Coco podía ver tranquilamente a mi abuela que murió hace un par de años, las mismas arrugas, las mismas canas. Incluso, las mismas equivocaciones a la hora de nombrar a su nieto! Somos 9 nietos pero sólo 3 varones y aun así se confundía seguido. Ni hablar si sumábamos a los bisnietos (yo por suerte le ahorré una confusión más, los “beneficios” del infértil)<br>
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</div><p dir="ltr"><br>
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<div align="left"><p dir="ltr">También podía ver algunas cosas de mi abuela descendiente de italianos de 80 y tantos años. Todo eso tan fuerte de la familia. <br>
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</div><p dir="ltr"><br>
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<div align="left"><p dir="ltr">Cuando en la peli se habla y se muestra tan profundamente a aquellos que, por el paso de los años, luego de 2 o 3 generaciones, son olvidados, no pude menos que pensar en los padres de ésa abuela. Aquellos que bajaron del barco que los traía de Italia huyendo de la guerra. Hace poco tiempo, un domingo de larga sobremesa de invierno, reconstruimos todo lo que pudimos su historia. Su padre vivía en un pueblo que, según pudimos determinar con mucho esfuerzo, hoy ya no es parte de Italia sino que es de algún país vecino, quizás Croacia. La nona Antonia (así la llamamos todos) aún cocina como los dioses! Lo comprobé sólo con el aroma hace unos días que fui a su casa y la encontré cocinando. Fue como ser chico de nuevo, puro aroma a comida de la nona.<br>
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<div align="left"><p dir="ltr">Al comienzo de Coco se ven varios momentos de convivencia entre ella y su bisnieto. Debe haber pocas relaciones tan puras entre esas dos generaciones, una con todo por vivir y otra que ya vivió todo. Verlas es todo.<br>
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<div align="left"><p dir="ltr">Fui por segunda vez, casi como buscando revancha. Me metí tan adentro, tan concentrado, disfrutándola como si la viera por primera vez. Y resulta que al final, en ése momento cumbre, tuve que hacer enormes esfuerzos para disimular las lágrimas cayendo entre los anteojos del 3D. Y como era difícil hacerlo las dejé caer nomás. Eso sí, me apuré en quitarme ésos anteojos y colocarme los que uso habitualmente antes que se prendieran las luces jaja. Que resistencia esto de que los hombres no lloran!<br>
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<div align="left"><p dir="ltr">Así que al final sucedió, Coco me hizo llorar. Pero también me hizo ver lo importante de ser lo que uno siente, hay un mensaje muy fuerte en ése sentido y muy bien contado. La cultura de México además es perfecta para la historia.<br>
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</div><p dir="ltr"><br>
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<div align="left"><p dir="ltr">Así que, resumiendo, vean Coco si aún no lo hicieron. Yo la vi dos veces y ya sé que la voy a ver varias veces más. En realidad, son muchas pelis de animación las que tengo guardadas para ver otra vez algún día, con algún pequeño/a en la sala de <u>proyección.</u></p>
</div>El hombre infertilhttp://www.blogger.com/profile/13017416768685907850noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7020776101572925639.post-50485302217639742902018-01-24T18:52:00.001-03:002018-01-24T18:52:27.924-03:00Mi paso por los Centros de Reproducción Asistida<div align="left" align="left" ><p dir="ltr">Muchos saben ya, si han leído el blog con regularidad y no sufren de algún problema de memoria (puede suceder) que los tratamientos los hicimos en dos centros de fertilización asistida distintos, MUY distintos. Antes de entrar en detalles, se sabe que mucho dependerá del resultado obtenido lo que podamos opinar o sentir respecto de un lugar. Dicho esto, vamos con el primer lugar.<br>
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</div><div align="left" ><p dir="ltr">Llegamos allí porque mi amigo más cercano hizo tratamiento y a la primera, embarazo. Un éxito! Que ingenuos e ilusos somos todos los infértiles cuando recién empezamos, creer que íbamos a  tener el mismo resultado si acudíamos al mismo lugar. Parece tan tonto visto a la distancia.<br>
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</div><p dir="ltr"><br>
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<div align="left" ><p dir="ltr">Volviendo a los tiempos de la ilusión, sacamos turno al azar, sin pedir un doctor en particular y ¿cuál nos tocó? Sí señor, el “dueño”, el mismísimo “the boss”. Para comenzar era perfecto, la sensación de que nada podía salir mal. Éste buen señor daría un par de órdenes, tocaría aquí y retocaría allá y todo listo! Les digo más, el doctor tenía un par de paredes con fotos y artículos de periódicos de alguna década atrás que daban cuenta de sus primeros éxitos (quintillizos incluídos, de cuando se transfería a lo pavote ja)<br>
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<div align="left" ><p dir="ltr">Al comienzo, la primera impresión, fue que el doctor-dueño tenía una cara de ojete (culo, de malhumor o cómo quieran llamarle) que asustaba. Lo habremos visto 10 o 15 veces a lo largo de los años y siempre tenía la sensación que se había olvidado la empatía o la buena onda en la mesita de luz ésa mañana. Además, era común cruzarlo en los pasillos antes que nos atienda y no registrarnos, no digo saludar, digo, nada. Y no dejen que les cuente que varias veces “olvidaba” lavarse los dientes… 😷<br>
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<div align="left" ><p dir="ltr">Eso sí, en las esperas veíamos a otras parejas y otros médicos y era todo sonrisas, al menos de los otros doctores. Las sonrisas de los pacientes, sabemos, dependían de cómo iba el tratamiento.<br>
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<div align="left" ><p dir="ltr">En ése lugar hicimos distintos tratamientos, de distintas complejidades, se encontraron fallas mías y de mi mujer. Pero nunca logramos nada concreto hasta que pegamos el portazo para cambiar de centro… y de aires.<br>
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<div align="left" ><p dir="ltr">En el otro se iluminó el camino, nos tocó un doctor que, oh casualidad, trabajaba en el otro lugar y se fue por “diferencias” con el dueño. Si si, ése mismo del que les contaba renglones arriba.<br>
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<div align="left" ><p dir="ltr">Nos tocó un doctor al que le sobraba la empatía y las ganas que al otro le faltaban. Logramos dos embarazos, llegamos al diagnóstico de trombofilia pero principalmente descubrimos que había muchas cosas que el anterior jamás investigó.<br>
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</div><p dir="ltr"><br>
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<div align="left" ><p dir="ltr">Quién sabe si es una estrategia de marketing que en estos tiempos se estudia al mínimo detalle ésas cosas, pero el doctor nos recibía y nos despedía con un abrazo, de esos que aflojan la tensión de cada consulta. Y siempre nos inyectaba una gran energía para seguir adelante.<br>
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</div><p dir="ltr"><br>
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<div align="left" ><p dir="ltr">Sabrán que a los dos embarazos les siguieron dos abortos. Y que íbamos por un tercero cuando la obra social, ateniéndose a la ley vigente, nos recordó que ya habíamos cubierto el máximo de 3 tratamientos de alta complejidad de por vida. Y allí es donde recuerdo (mal) a ése primer doctor que nos hizo “gastar” el primer tratamiento de alta complejidad siendo que de haber investigado más profundo hubiera sabido que no iba a resultar.<br>
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</div><p dir="ltr"><br>
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<div align="left" ><p dir="ltr">Volviendo al lugar bueno, un día pasó que nuestro doc no nos podía atender por un problema personal y nos tocó una doctora en reemplazo, nueva, con su recién obtenido posgrado o algo similar en una universidad yanqui (según mostraba el recién colgado cuadro en la pared). Y se ve que todavía la tenía afectada el jet lag o alguna otra cosa porque tuvimos que dictarle cada detalle de nuestro historial y prácticamente no tenía idea de lo nuestro. Y estábamos a días de una transferencia! Voy a decir lo que decimos todos los infértiles en ésas situaciones: Que bronca cuando crees que ya deberían tener claro tu caso y no, hay que recordarles todo, no sea cosa que se nos escape algo. Con lo que cuestan los errores en reproducción asistida!!<br>
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<div align="left" ><p dir="ltr">Y si digo que éste blog es para contar mi historia pero también para ayudar a otros quiero aprovechar el post para pedir encarecidamente que los médicos practiquen la empatía, la buena onda, el feeling. No digo que monten una fiesta cuando nos vean y tampoco que sepan de memoria cada caso porque ya sabemos que somos decenas a diario entrando y saliendo de los consultorios. Pero, por ejemplo, si uno tiene turno a las 11:30 sería genial que el turno anterior termine 15 minutos antes y en ése tiempo el especialista se dedique a revisar el próximo caso. No parece una idea muy novedosa la mía, lo sé, es lógica pura, es buena atención.<br>
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<div align="left" ><p dir="ltr">Y hablando de empatía, estamos hartos también de frases desubicadas, que duelen, a destiempo y varios detalles más. Entonces, así como los mismos centros recomiendan pasar por el psicólogo especialista en fertilidad a la hora del pre y el pos tratamiento también creo que los planteles médicos deberían hacer algo similar. Hay algo de lo que cada vez se habla más, de la educación emocional, de cómo manejar los momentos, qué decir y, sobre todo, qué no decir en determinados momentos. Eso sería de gran ayuda también.<br>
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<div align="left" align="left" ><p dir="ltr">Y otra cosa que surge cada tanto en las redes: que los centros traten de organizar los lugares para que las que no están embarazadas no vean embarazadas desbordando felicidad. Y para que las embarazadas un poco más centradas y comprensivas con las demás no tengan que esconder sus panzas para no hacerles mal a las que aún no lo logran, o lo perdieron por ejemplo. Seguro que para muchos lugares debe ser difícil organizarlo pero bueno, en el primer centro he visto desaparecer consultorios como si nada para hacer salas de espera por la cantidad de  gente que iba. Aún me pregunto dónde habrá ido a parar el urólogo que me operó de varicocele para mejorar algo que no mejoró. Atendía en ésa habitación que de un día para el otro pasó a ser sala de espera.</p>
</div>El hombre infertilhttp://www.blogger.com/profile/13017416768685907850noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7020776101572925639.post-27827556818078029712018-01-04T17:16:00.001-03:002018-01-04T17:17:38.920-03:00Vicios, golpes, comidas y demás razones del infértil <div align="left"><p dir="ltr">Siempre en webs de diarios o revistas aparece algún informe sobre (in)fertilidad y los que no están en el tema, seguro pasan de largo, no sea cosa de tentar a la mala suerte leyendo ésas cosas que no son para mí (pensará el veinte/treintañero)</p></div>
<div align="left"><p dir="ltr">Pero nosotros, infértiles, entramos a cuanto informe circule por la web, sin reparar en la seriedad o no de los informes o estadísticas que plantee. Si habremos leído barbaridades que podríamos refutar desde el título hasta el punto final.</p></div>
<div align="left"><p dir="ltr">Y nunca falta el informe que titula “Los 5 motivos de la infertilidad masculina”. Aunque también hay notas de los 7 motivos, de los 9, 10 o la cantidad que el autor en cuestión haya podido consultar, certificar o… inventar. Porque convengamos que hay 4 o 5 motivos que los conocemos todos pero después es cuando alguno se pone creativo y empieza a inventar para desgracia de lectores e hipocondríacos.</p></div>
<div align="left"><p dir="ltr">Recuerdo la primera vez en el laboratorio para mi primer espermograma. Fui a informarme y salí informadísimo porque había cuadros y folletos en cualquier lugar al que mirara y, por si faltaran datos, un TV con un powerpoint lleno de pantallas con datos y estadísticas.</p></div>
<div align="left"><p dir="ltr">Recuerdo cuando salí preguntarme donde carajo metía el celular ahora porque el dato principal que me había quedado era que el celular en el bolsillo delantero del pantalón era una de las posibles razones de infertilidad. “En el bolsillo trasero” pensé, pero dada mi falta de carne en mi partes traseras las radiaciones de la señal del móvil iban a traspasar a la zona en peligro sin ningún esfuerzo jaja. La preocupación no duró mucho, lo seguí guardando en el mismo lugar casi desafiando al destino.</p></div>
<div align="left"><p dir="ltr">Pero cada vez que leía alguna posible causa me daba por tratar de recordar o analizar si había hecho esto o aquello. Así, por ejemplo, tuve que hacer un rastreo mental de resultados inciertos en cuanto a la veracidad del recuerdo para tratar de encontrar cuándo fue que recibí un pelotazo en las zonas bajas jugando al fútbol. Era muy chico igual, no creo que sea éso. Pelotazo recibí en un ojo jugando al padel, pero no creo que tenga mucho que ver con no poder tener hijos ja!</p></div>
<div align="left"><p dir="ltr">¿La ropa interior apretada? Bueno, no es mi caso, la zunga no es lo mío definitivamente. Mejor todo un poco más suelto.</p></div>
<div align="left"><p dir="ltr">¿Habrá sido culpable de mi infertilidad las varias veces que en alguna cruzada de piernas me apreté mis partes con la posterior “coreografía” tratando de aliviar los dolores?</p></div>
<div align="left"><p dir="ltr">¿Habrá sido lo que como o lo que no como mejor dicho? Leí un informe que para mejorar la fertilidad hay que comer pescado y a mí no me gusta el pescado. En éste punto, sobre las comidas que sí y las que no para combatir la infertilidad se podría escribir otro libro.</p></div>
<div align="left"><p dir="ltr">Evitar las bebidas azucaradas dicen. Bueno, cuando era niño y quería irme a jugar tomaba el té sin azúcar y hoy uso edulcorante. Así que tacho ése punto en la checklist infértil.</p></div>
<div align="left"><p dir="ltr">¿Cigarrillo? NO; ¿Drogas? Menos; ¿Alcohol? Al mínimo por no decir nada. Ahí hay 3 causas que habitualmente se citan como causas de infertilidad en hombres y parecen bastante ciertas. Sin embargo, podría hacer una larga lista de personas cercanas o hasta famosos que consumen al menos una o las 3 cosas a la vez y andan teniendo hijos sin ningún problema. Cosas de la vida no?🤔</p></div>
<div align="left"><p dir="ltr">¡Estrés! Leí que el estrés puede producir infertilidad!!! ¿En serio? ¿Mayor estrés que no poder tener hijos? Esto es un loop, una inception o como se llame. Estrés por no poder tener hijos y no poder tener hijos por estrés.</p></div>
<div align="left"><p dir="ltr">Por si a alguien se le pasó, lo que yo tengo es Oligoastenoteratozoospermia. ¡27 letras! En ése trabalenguas dice que mis espermatozoides son pocos, de mala forma y poca movilidad. Lo de la cantidad no me animaría a imaginar por qué. En cuanto a lo de su mala forma debo decir que no soy precisamente un cuerpo perfecto así que lo que es en general, es en particular jaja</p></div>
<div align="left"><p dir="ltr">¿Lo de poca movilidad será porque nunca me gustó ir al gimnasio? ¡Vagos como el dueño! 😂</p></div>
<div align="left"><p dir="ltr">Quise tomarme un poco en broma algunas de las razones que todos hemos leído alguna vez. Lo que si noté en éste tiempo es que pareciera no estudiarse tanto a los hombres como sí se hace con las mujeres. A partir de eso es que, creo, al hablar de infertilidad la mirada queda puesta principalmente sobre la mujer y no tanto en el hombre, como si ellas fueran las únicas con problemas. Obviamente que hay especialistas del tema y se pueden hacer mejoras a partir de diagnósticos y estudios, de hecho yo pasé por una operación tratando de mejorar mi diagnóstico, aunque no resultó.</p></div>
<div align="left"><p dir="ltr">Seguiremos entonces leyendo de causas, de top ten, de los 10 mandamientos del hombre fértil y demás títulos de dudoso atractivo para leer. Y los leeremos y alguna que otra cosa probaremos. Eso es lo que pasa cuando se tiene un sueño y las ganas de pelear por él.<br>
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El hombre infertilhttp://www.blogger.com/profile/13017416768685907850noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7020776101572925639.post-54113427353410842132017-12-20T13:29:00.001-03:002017-12-20T13:29:28.482-03:00El infertil enojado (lo que no quisiera ser)Mis escritos suelen ser bastante personales porque, al fin y al cabo, la idea es soltar todo eso que rodea al ser infértil y contar cómo lo viví, como lo vivo aún hoy. Ya sabemos que siempre seremos infértiles, es una marca que no se borra aunque consigamos ser padres.<br />
Hablando más que nunca de mí, debo decir que siempre fui alguien más bien serio, tímido, para adentro. Pero cuando me hacía cercano de alguien era bien distinto, siempre con un chiste a mano, una charla, algún consejo. Soy casi un cultor de lo que me dijo alguna vez un profesor en la secundaria: "los amigos se cuentan con los dedos de una mano... y sobran"<br />
Todo eso que era se lo fue llevando primero la infertilidad y luego la maldita ansiedad y sus sintomas. A estas alturas vengo pensando que el blog debería llamarse "El hombre infértil y ansioso" 😁<br />
Este año hablando con mi psico llegamos a un punto en que me preguntó "¿con que estás enojado?" Y yo, que ya lo vengo teniendo claro hace un tiempo, contesté sin dudas: "Enojado con todo, con la vida"<br />
Asi es, ése soy yo, estoy enojado y no logro salir de ése estado. Yo, como decía, era un tipo serio, no enojado. Tengo a mano en mi celular una foto de mi cumpleaños de éste año, tomada por sorpresa, a la que veo de vez en cuando porque me resulta increíble tener ésa cara de enojo.<br />
¿Qué o quienes son los destinatarios de mi enojo? Tantas cosas: yo, la infertilidad, Dios, los centros de de infertilidad (todavía les debo una entrada...), los que no nos entienden, los que no nos preguntan aunque saben, con la soledad aunque seamos dos, con todo, con el día y la noche. <br />
A veces éso se calma, en los brazos de mi mujer, en las charlas con alguien de la familia, cuando miro a alguno de mis perros mover la cola al verme, cuando suena algún tema que me lleva a momentos más felices, cuando me pierdo en los mares de Netflix y al menos me olvido.<br />
Y el enojo vuelve cuando veo malas noticias en las redes. Y se calma cuando hay positivos. Pero a veces quiero cerrar todas las redes de una puta vez y tirar usuarios y claves al infierno. Por si no lo saben las redes están haciendo estragos en personas ansiosas como quien escribe.<br />
Quiero llegar a decir que es necesario encontrarnos con lo que fuimos, quiero al menos sólo ser serio y tener cara de pocos amigos 😆<br />
¿Lo que fuimos en algún momento todos saben qué es? Fuimos personas normales que iban a ser padres y punto. Fácil, como todos, palo y a la bolsa. No deberíamos dejar que la infertilidad nos defina como personas, aunque nos atraviese para siempre somos otras cosas. Sé que lo escribo más con anhelo que con convencimiento porque sé que es dificilisimo ser otra cosa cuando te toca ésta mierda.<br />
Yo, por ejemplo, disfrutaba cosas que ya no. En las fiestas de fin de año era algo así como el alma de la fiesta familiar, siempre con la última música sonando, siempre preparando la bebida para el brindis y para después. Eso comenzó a perderse con la infertilidad y siguió con la ansiedad derivada de no poder lograrlo.<br />
Quiero decirle a mi yo que no quiero estar más enojado, es casi una declaración antes de terminar el año. No creo mucho en las vueltas de página de un año a otro porque, en general, es sólo cambiar la hoja del almanaque pero espero cambiar ése sentimiento. Perdón a los que se tomaron unos minutos para leer ésta entrada bastante cargada de malas ondas.Ojala que seamos pocos los infértiles enojados, no es un buen compañero.<br />
Quizás sea la última entrada (en la que esté enojado con la vida) El hombre infertilhttp://www.blogger.com/profile/13017416768685907850noreply@blogger.com4Alta Gracia, Córdoba, Argentina-31.6571044 -64.4347411-31.765233400000003 -64.5961026 -31.5489754 -64.2733796tag:blogger.com,1999:blog-7020776101572925639.post-35712457670731890812017-11-27T16:46:00.001-03:002017-11-27T16:46:36.232-03:00A los ojos<p dir="ltr">¿A quién no le pasó? Toda la vida nos sucedió que íbamos caminando por la calle y cruzábamos una mirada de 5, hasta 10 segundos interminables con algún bebé en brazos de su madre o en su cochecito. O establecer ésa conexión especial de echarnos a reír de la nada por alguna tontería que hizo él y mi sonrisa le respondió y a él le causó gracia y así.<br>
Pero nos pudo haber pasado toda la vida y ser un momento lindo nada más o habernos pasado en esta otra parte de la vida, la infértil. Y ahí sí que las miradas cruzadas con un bebé cobran otro significado. Siempre me quedo pensando que verán, que pensarán. Siento que me quieren decir algo aunque sólo me miren. ¿Será que tenemos, nosotros los infértiles, algo especial en la mirada?<br>
Puestos a creer y a imaginar, quizás hasta adivinen tooooodo lo que sentimos cuando los miramos, por eso nos buscan especialmente. <br>
Más de una vez incluso, sobre todo desde que empecé a vivir entre tratamientos me hice una buena película donde ése bebé y yo conversábamos sobre lo que me pasaba:<br>
Bebé: Hola! Ya sé qué te pasa, estás buscando uno como yo, bueno, no tan lindo, me dice alardeando jaja.<br>
Yo: Y sí, pero no llega. ¿Vos sabes si alguno va a llegar? Por ahí en ése mundo milagroso que a veces es más que ciencia y deseo tiene que haber uno. <br>
Bebé: ni idea, ni put… idea. Pero mientras tanto mírame a los ojos. ¿Me ves bien? <br>
Yo: Si, si, te veo. Y muchas veces me duele verlos porque quiero uno como tú. Siento o imagino que quieren decirme algo, darme ánimos, fuerzas, energías, no sé.<br>
Bebé: Así es. En nuestros ojos podrás ver amor, del bueno, del puro, del inocente. Pero quiero que me veas porque en mis ojos podrás proyectar a ése que estás buscando. Al fin y al cabo, somos todos casi iguales.<br>
Lo último es ejercicio libre del autor jaja Es que siempre veo a los bebes iguales. Ni hablar cuando a los dos días ya hay parientes que aseguran que el pequeño tiene los ojos de tal, la nariz de aquél o la sonrisa de otro. Hasta son capaces de ver algún rasgo de una tatarabuela!! Yo los veo iguales a todos!! <br>
En realidad, el ejercicio libre es todo el diálogo. A veces hay que usar mucho la imaginación para poder seguir adelante. Aunque sé que puede no ayudar quedarse pensando y pensando, siempre podemos llevar la imaginación hacia algo agradable. Y lo digo yo que no suelo ver el vaso medio vacío, sino la botella medio vacía!! <br>
A lo que me gustaría llegar es que nunca deberíamos dejar de mirarlos a los ojos, por más duro que sea a veces. Yo lo pasé y sé que a todos nos habrá pasado. Lo mismo con las embarazadas. El viejo tema de las embarazadas en el trabajo, en el transporte, por todos lados!! Ése tema y el de todo lo que sentimos los infértiles en época de fiestas de fin de año y días de padre y madre son de los más escritos y leídos. Y los que más nos unen por cierto! <br>
Puede que el objetivo tenga un camino tan lleno de obstáculos que nos olvidemos de para qué era que queríamos llegar hasta allí. Así que nunca estará de más buscar los ojos de un bebé. Ellos tienen todas las preguntas por hacerse pero también tienen la respuesta cuando los infértiles flaqueamos o dudamos.</p>
El hombre infertilhttp://www.blogger.com/profile/13017416768685907850noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7020776101572925639.post-1883616742364525432017-11-09T14:56:00.001-03:002017-11-09T14:56:53.779-03:00Recuerdos de viajes, música y algo más <p dir="ltr">Todos los infértiles tenemos momentos claves grabados en la memoria de nuestros pasos por los centros de fertilidad, de análisis, de inyecciones. De éstas últimas, por ejemplo, mirándolas admirados a ellas al momento de colocárselas o “disfrazados” de enfermeros de ocasión. Yo tengo los míos, buenos y malos y más o menos. Pero hoy hago uso de una entrada de éste blog para recordar los viajes. <br>
Vivimos en una ciudad de 60 mil habitantes que no tiene centros de fertilidad por lo que siempre había que viajar a la capital de la provincia, a 35 kilómetros, donde abundan por cierto. La mayoría de las veces el viaje era en colectivo (transporte público u ómnibus para mis lectoras fuera de Argentina jaja) Íbamos ambos a las consultas y luego a trabajar, organizando horarios al minuto para poder coordinar cada cosa. Si sabremos de organizar la vida y los tratamientos!<br>
Los viajes que quiero recordar son los de los días clave, los que inevitablemente había que ir en auto, los de las transferencias. De ida siempre los nervios, la ansiedad, salir con bastante tiempo de antemano. Pero los que más recuerdo son los de la vuelta. Nunca pero nunca en mi vida volveré a manejar tan despacio jajaja. Las calles de la ciudad capital no son precisamente una mesa de billar por lo que cada pozo lo pasaba a la mínima velocidad, no vaya a ser cosa que ése embrión de tamaño ínfimo fuera a “caerse”. Viajes de 30 o 40 minutos duraban más de una hora, agarrados de la mano, mirándonos mil veces, siempre sonriendo, ilusionados.<br>
Pero el detalle que recuerdo es la música, que a tantos acompaña y acompañó en ésos momentos. Sobre todo las dos últimas veces, las que terminaron en embarazo, en los que elegimos playlists que siempre nos ponían bien arriba de ánimo en otros viajes. Visto desde hoy, creo que queríamos desde el minuto cero transmitirle buenas ondas, sonrisas, lindas sensaciones a ése/a que habíamos ido a buscar. Que sintiera que éramos dos felices, que cantábamos a los gritos porque estábamos contentos. No podían faltar Pimpinela, Los Iracundos, algún que otro rock nacional de los 80, algún ochentoso internacional, alguno de Nino Bravo (Noelia más precisamente)<br>
Ojalá pudiera borrar de mi memoria el último viaje, cuál Jim Carrey en Eternal Sunchine of the Spotless Mind. No había música, solo lágrimas, sollozos, golpes al volante. No recuerdo como hice para manejar de vuelta a casa, fui muy inconsciente. No recuerdo el camino, sólo que lloraba. Pero lo único que quería era enterrarme en casa y abrazarla, abrazarnos.<br>
Hoy, y para no terminar tan abajo la entrada, espero con ganas el viaje cuando nos llamen para entrevistas para la adopción, cuando nos llamen para vincularnos con alguna personita. Pero el viaje que más espero es el de la vuelta a casa siendo 3, o 4.</p>
El hombre infertilhttp://www.blogger.com/profile/13017416768685907850noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-7020776101572925639.post-85077658602069698182017-10-24T16:09:00.001-03:002017-10-24T16:11:07.573-03:00Un hijo del alma, no del corazónYa sabrán, como bien explica la descripción de mi blog, que voy a ser padre gracias a la adopción. Y no es que sea 100 % seguro, pero confío tanto en que algún día me va a tocar a mí que lo doy por hecho.<br />
En estos últimos meses, ya presentados tooooodos los papeles al organismo que lleva adelante las adopciones, nos hemos dedicado a informarnos, sumarnos a grupos sobre el tema en redes sociales, tener libros a mano, leer blogs de adoptantes y adoptados, muy interesantes éstos últimos por cierto. Y vimos una película también, “Ellos te eligen” se llama. En ése filme, sólo en el título, se resume algo muy importante que no se me había cruzado antes por la cabeza y que trataré de explicar.<br />
Siempre cuando me puse a pensar en el tema tenía una mirada casi unidireccional, en el sentido de pensar la adopción como un tema de nosotros dos, la pareja, hacía el deseado futuro hijo. Es decir, nosotros te elegimos porque queremos tener un hijo y listo. Obviamente que habrá mil cosas a tener en cuenta en ésa relación pero no se me había ocurrido invertir ésa mirada, una que se refiera a que, en realidad, el que más necesita algo, en éste caso una familia, es el niño, el futuro hijo. Y entonces vino ésa película a abrir la mirada, a decir que, al final, el que elige es el niño.<br />
Estoy descubriendo un mundo nuevo. Así como la infertilidad nos hace descubrir sin querer un mundo que la mayoría no tiene ni idea que existe o cómo es como lo escribí en algún post, la adopción es otra vez salir de explorador a conocer otro mundo. Hay tantas cosas a tener en cuenta, a aprender.<br />
Creo que no lo conté antes pero nos hemos anotado para niños grandes. Me atrae mucho el desafío que representa que ésa persona tenga una historia y acompañarlo a vivirla y a escribir nuevos capítulos dentro de una familia.<br />
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Hace unos días atrás vi un tuit que decía:<br />
¿Cuántos hijos tiene? “2 y 3 del corazón”<br />
¿Por qué no decís que tenés 5 y te dejas de joder?<br />
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Desde tiempos inmemoriales de mi vida y no tanto me hizo ruido ésa diferenciación que se hace muy habitualmente cuando se trata de darle origen al hijo adoptado: “hijo del corazón”. Como soy de buscarle el chiste a todo siempre pensaba lo mismo, o yo me perdí varias clases de anatomía y/o biología o los bebés no nacen del corazón.<br />
Ojo, se ha dicho que los trae la cigüeña, que nacen de un repollo, que vienen de Paris (que suerte!) pero del corazón, DEL CORAZÓN??? Será que los adelantos de la ciencia son tales que aprovechando que están probando crear órganos a partir de una célula también puedan hacer nacer un bebé del corazón (?) Si así fuera quizás yo sí podría haber sido papá como todo el mundo porque no tendrían importancia mis problemas de esperma.<br />
El asunto es ése y me lo sigo preguntando, por qué llamarlos “del corazón”? Son HIJOS que son parte de una familia. Si fuera por diferenciar entonces, se podría diferenciar por peso por ejemplo: “tengo dos hijos flacos, y tres bastante gorditos” o por colores: “tengo dos rubios y otros dos más bien morochos”.<br />
Hasta llego a creer que ésa distinción no ayuda a que el adoptado se sienta parte de su familia. También pareciera que hay que felicitar al portador de la frase por su “ayuda” a ése niño.<br />
Así que ya saben algo, mi o mis hijos no serán del corazón, serán hijos. Con una historia, con ganas de formar parte de mi familia, hoy de dos. Y no saben el miedo que me genera todo lo que implica adoptar y todo lo que hay que atravesar en el camino. Sé que alguien, algún día, nos va a elegir. Habrá que estar preparado.<br />
Es más, si hubiera que elegir un calificativo para agregar a la palabra hijo yo le diría, no sé, “hijo del alma”.<br />
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El hombre infertilhttp://www.blogger.com/profile/13017416768685907850noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7020776101572925639.post-84993748816007597792017-10-04T19:14:00.001-03:002017-10-04T19:15:41.416-03:00Las cosas que dejaron de importar<p dir="ltr">Para comenzar ésta nueva entrada debo contar que mi familia se compone de padre, madre, dos hermanas y yo. Llevamos un apellido que no es muy común y que, al menos hasta donde sabemos y salvo que mi tatarabuelo o bisabuelo haya hecho cosas que no nos enteramos, se termina conmigo. Es decir, soy el último con éste apellido que podía continuar con él teniendo un hijo. <br>
Así que ésta vez quiero escribir sobre las cosas que dejan de tener importancia cuando la infertilidad toca a la puerta y pasan a ser tan relativas e insignificantes. <br>
Quizás la primera de ésas cosas que me di cuenta fue que el apellido, en cuanto a lo estrictamente genético, conmigo se acababa. En su momento lo tomaba como algún tipo de presión autoimpuesta, “la continuidad del apellido”!!! Nunca lo hablé seriamente con nadie y nunca nadie me dijo nada sobre ello pero ahí estaba. Cuando los estudios indicaron que no iba a ser padre con mis espermatozoides lo sentí. No fue de un golpe, ya lo venía asimilando, pero estuve un tiempo con eso dando vueltas. Pero los sucesos posteriores y el tiempo que fue pasando hizo que al mirar atrás me diera cuenta cuan insignificante era pensar en el temita del apellido y los genes. <br>
El nombre del bebé, otro tema. Si era varón ni idea el nombre, nunca llegamos a un consenso y tampoco hubo muchos en la votación. Ah, pero si era mujer el nombre estaba puesto y confirmado, se llamaría Emma. Y eso también dejó de tener tanta importancia. Peor aún, según los registros del país, fue uno de los 5 nombres de mujer más elegidos para los recién nacidos el último año. En tren de ver el vaso medio lleno, evitamos que ésa hija tuviera 3 o 4 amigas con su mismo nombre jaja. <br>
Y tanto deja de tener importancia que cuando podamos adoptar el nombre ya vendrá impuesto de antemano y no deja de ser divertido imaginarse qué nombre tendrá y si sonará bien con mi apellido, si tendrá esa musicalidad que a veces resulta y a veces, bueno, oh my god!! jajaja. Otra cosa que no tiene ninguna importancia porque, al fin, lo que quiero es ser papá y que ése niño tenga un papá, y una mamá, y una familia.<br>
Ya hablé en el blog del tema de las edades, de cómo toda la vida se nos va corriendo y nosotros empezamos a correr contra el tiempo. Si hay una imagen de mí mismo siendo papa es en el parque, pelota al pie, una tarde de domingo y un hijo futbolero como yo dando sus primeras patadas. Y con esto del tiempo creo que todos empezamos en algún momento a sacar cuentas de cómo tendremos el cuerpo cuando querramos hacer ésas cosas lindas que soñamos despiertos. Cómo estará mi rodilla derecha para el futbol? O mi codo derecho si a lo mejor le daba por el padel? Y la verdad es que también dejan de ser importantes ésas cuestiones, podemos mantener ésos momentos soñados latiendo por ahí en un rinconcito del corazón pero EL sueño, EL objetivo, es uno. Después veremos cómo va la vida. Les digo más, creo que nosotros los infértiles no podemos programar mucho más allá de nuestras narices, de lo que ven nuestros ojos, porque los miedos son muchos, siempre alerta, cuesta confiarnos. Entonces eso nos permite sorprendernos más con cada cosa que nos irá pasando y sacarle el máximo provecho. Vivirlo al 100%.<br>
Una buena noticia sobre adoptar es que muy posiblemente no va a ser un bebé por lo que si hay que ir a buscar la pelota lejos podrá ir él. Es que a mí ya no me va a dar el físico para andar corriendo y porque, lo importante, voy a preferir quedarme mirándolo a lo lejos, sin poder creerlo. </p>
El hombre infertilhttp://www.blogger.com/profile/13017416768685907850noreply@blogger.com8tag:blogger.com,1999:blog-7020776101572925639.post-38205697472176590682017-09-25T19:43:00.001-03:002017-09-26T19:36:42.255-03:00Sobre los descansos y los que no<div align="left"><p dir="ltr">Digamos todos los infértiles la verdad. Alguno se conocía a sí mismo tanto como para saber que tenemos tanta fuerza para afrontar ésta adversidad. Hay decenas de motivos a lo largo y ancho de la vida que nos ponen a prueba y nos obligan a sacar fuerzas y energías de donde sea para afrontarlos pero yo mismo aún no me explico cómo es que lo enfrentamos, tantas veces. Tan fuerte es el deseo que una y otra vez nos volvemos a levantar y allá vamos, muchas veces ciegos. Ojalá pudiéramos parar los tratamientos pero es que una vez subidos al carro de la infertilidad vamos empujados por mil caballos, fuerte al galope. Y así como podemos atravesar y llevarnos por delante cada obstáculo también nos cuesta mucho frenar o hacer una pausa para pensar, evaluar, reflexionar, o simplemente descansar. Todos hemos tomado un descanso de los tratamientos, o casi todos porque deben ser muy muy pocos los que lo lograron al primer tratamiento, al primer intento (suertudos ellos). Esos descansos quizás explican en parte cómo podemos seguir adelante. Es como llegar al fondo del asunto, estrellarse contra el piso y de golpe pegarse unas alas a la espalda y levantar vuelo. Son tan necesarios que todos los infértiles hablamos de ésos descansos, como si fueran una parte más de los tratamientos. Lo que nunca supe es si son para cerrar un ciclo o para abrir uno nuevo.<br>
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</div><div align="left"><p dir="ltr">Y no importa si nos vamos a unos pocos kilómetros, a alguna playa lejana, al otro lado del mundo o a la Luna (o Marte en breve). Lo que importa es reencontrarse porque en ése tiempo de tratamiento es fácil perderse, uno mismo y los dos a la vez. Así que si no hubo suerte o la medicina o lo que sea falló no queda más que armar la valija y partir porque todo duele, pero lejos del lugar de siempre se puede sanar un poco y rearmarse y re amarse.<br>
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<div align="left"><p dir="ltr">Punto y aparte, luego de unos años de tratamientos un día se me ocurrió ponerme a pensar en los que no. En los que no pudieron tener hijos y por muchas razones no intentaron revertirlo. En los primeros que pensé fue en los que no tienen una obra social que cubra sus tratamientos ni dinero para enfrentarlos de forma privada. Nosotros vivimos las épocas pre y pos ley de fertilización y por suerte pudimos hacerle frente, sin que nos sobre nada a decir verdad. Pero, como decía, un día me puse a pensar en los que no. ¿Cómo habrá sido resignarse así sin más? No me lo pude imaginar. Deben ser muchísimos, no tengo estadísticas pero no tengo dudas de eso. Porque si los centros de fertilidad están poblados cada vez más es que debe haber mucha gente de la otra vereda. ¿Les habrá sido más fácil resignarse? Me hago las preguntas pero no tengo respuestas.<br>
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<div align="left"><p dir="ltr">Habrá también personas que no se animen ni a preguntar sobre el tema, que no les gusten los médicos, las inyecciones, las esperas que desesperan. ¿Podríamos juzgarlos? ¿Seremos nosotros superhombres y supermujeres por hacerle frente y esos otros no?<br>
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<div align="left"><p dir="ltr">Llegado aquí al blog y a twitter descubrí un montón de gente contando sus alegrías y sus penas, aquí y allá. ¿Y los que no lo expresan, no lo cuentan, no lo comentan? Además que no saben lo que se pierden estoy cada vez más convencido de los beneficios de abrirse, de hacernos cargo aunque sea en una red social y con desconocidos pero soltarlo.<br>
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<div align="left"><p dir="ltr">Eso sí, mis problemitas de ansiedad aquí a mi lado me comentan por lo bajo que debería haberme dado cuenta antes jajaja</p>
</div>El hombre infertilhttp://www.blogger.com/profile/13017416768685907850noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7020776101572925639.post-92008322647477098832017-09-11T19:14:00.001-03:002017-09-11T19:23:23.808-03:00A veces, los planetas se alinean<p dir="ltr">Sabemos los infértiles que hay un sueño que nos tiene ocupados y preocupados casi todo el tiempo. Pero en la vida hay otros sueños, otros anhelos, algunos más importantes que otros, más vitales quizás, un deseo de hacer o experimentar algo que una vez cumplido hace que surja aquello de “ahora sí me puedo morir tranquilo”, exagerado claramente pero significa que en la lista de cosas por hacer en la vida ya podemos ir tachando eso. Paradójicamente, el deseo del hijo jamás nos llevaría a decir ésa frase.<br>
Por ésta época, hace dos años, pasábamos por el trago amargo de nuestro primer aborto. Unos días después, sentí lo que a muchos nos ha pasado, la necesidad de olvidar, de salir corriendo lo más lejos posible de médicos, agujas, medicamentos, análisis, etc, etc. Y, como muchos de nosotros sabemos, lo mejor es hacer un viaje, alejarse para reencontrarse. Es fácil perderse entre tanta lucha y de eso hay muchas historias escritas.<br>
Así que decidí que era el momento de cumplir uno de ésos sueños, pero no el mío, el de mi mujer. Desde que estamos juntos siempre supe que quería conocer a las ballenas, ésos enormes “pececitos” que entre julio y hasta diciembre (con suerte) llegan al sur de nuestro país para reproducirse y, de tan buenas y confiadas que son cualquiera puede verlas a centímetros.<br>
Así que vía web compré pasajes y estadía para Puerto Madryn para los primeros días de diciembre. Era la fecha que podía tomarme vacaciones y así empezamos a rogar por una alineación de planetas para poder cumplir el sueño porque la posibilidad de verlas en diciembre era muy baja, pero existía. Un viaje de un día entero en ómnibus y otro de vuelta y sólo dos noches de hotel. Íbamos sólo a cumplir un sueño para olvidarnos un poquito del que no se cumplió.<br>
Llegamos una tarde y salimos a averiguar si al día siguiente, viernes, podríamos embarcar en alguno de los barcos que se adentran en el Golfo Nuevo y poder verlas de cerca. Recorrimos 3 agencias que ofrecían el servicio pero ninguna nos vendió el pasaje para embarcar porque, maldito clima, todo indicaba que al día siguiente el viento en la zona no iba a permitir que los barcos salieran.<br>
Volvimos al hotel y ella se largó a llorar. Traté como pude de consolarla y que al otro día veríamos, quizás, que los planetas se alineaban y el clima nos daba una mano con ése sueño. Por las dudas, chequeé los horarios de los colectivos que llegaban a Puerto Pirámides, a casi una hora de Madryn. Puse el despertador para que sonara a primera hora y asomarme por la ventana esperando ver lo que necesitábamos.<br>
A las 06:30 del viernes de diciembre de 2015 en que asumía un nuevo presidente en Argentina me asomé por la ventana, el celeste del cielo era limpio e impactante y supe que el día se sumaba a cumplir el sueño cuando llegamos al comedor del hotel para desayunar y la vista del mar nos dejaba ver que las olas eran muy tranquilas. <br>
Para resumirles, a las 10 de la mañana estábamos en Puerto Pirámides con nuestros boletos para embarcar en mano. Una parte del sueño se cumplía, ahora faltaban ellas, las ballenas, que al menos una se hubiera quedado en el golfo esperándonos. Pregunté mientras compraba los boletos si aún se veía alguna y nos dijeron que sí, alguna que otra aún se asomaba. El barco partía luego de las 13 hs por lo que tuvimos tiempo de recorrer el pueblo, la playa, hasta ver a un pingüino bebe. Pero no vimos ninguna ballena desde la costa como suele suceder, por ejemplo, en ésta época de septiembre cuando nadan y saltan junto a sus crías.<br>
A la hora de embarcar, unas 25 personas estábamos listas con salvavidas puestos. A bordo de la embarcación se hablaba inglés, alemán y castellano por igual pero los argentinos éramos claramente minoría. Salimos al mar y la ansiedad no se podía medir. Uno o dos kilómetros y nada. Para distraer la espera pasamos por una nutrida comunidad de lobos marinos, todos durmiendo, aburridísimos ellos! Jaja. Convidados de piedra del evento principal pero bueno, allí están, allí viven y hay que verlos durmiendo la siesta panza arriba sobre una rocas bastante incómodas por cierto.<br>
Hubo que esperar una media hora y varios amagues del guía para ver la primera ballena, a unos 40 metros. Luego, se fue acercando ésa y otras pocas, sumando un total de 3 adultas y una cría. No había más, fueron sólo 4 pero suficientes para cumplir el sueño. Una ballena con su cría se pegaron tanto al barco que de haber estirado la mano le hubiéramos acariciado el lomo. Y entonces, en ése momento, los planetas se alinearon, todo confluyo de tal manera que fue un momento perfecto, no había nada más en qué pensar ni de que lamentarse, ni por qué llorar. O si, de alegría por el sueño cumplido. Para entender qué tan alineados estuvieron los planetas ése día, estos días leí que en éste momento hay casi mil ejemplares en el golfo y, respecto del año pasado, hay un 50 % más de crías.<br>
Sepamos entonces que algún día los sueños se terminan cumpliendo. O al menos lo intentamos de mil maneras y eso ya debería dejarnos conformes por haber hecho el esfuerzo. Somos como las ballenas al fin y al cabo, nadamos miles de kilómetros para llegar a algún lugar lejano al que nos va llevando la corriente infértil para encontrar la situación perfecta para procrearnos. </p>
El hombre infertilhttp://www.blogger.com/profile/13017416768685907850noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7020776101572925639.post-76306767478967212802017-08-31T16:24:00.001-03:002017-08-31T16:26:35.529-03:00La luz de Luna<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
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Ayer en twitter varias mujeres que siguen mi cuenta subieron algunas fotos de sus mascotas y recordé una foto que tiene poco menos de un año y que la vi hace poco revisando otras. En ella se ve a mi mujer y a Luna, la casi labradora que forma parte de nuestra familia. Digo casi porque cuando era cachorra y la llevamos al veterinario nos dijo que no era pura pero tenía un “90 %” de pureza jaja.</div>
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Ése día no era un buen día, las pérdidas adelantaban lo que sucedería después. Ella, mi mujer, en reposo, descansando. Ella, Luna, por ser de una raza muy inquieta y enérgica, no es de quedarse muy quieta que digamos pero ahí estaba firme, cuidándola.</div>
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En un instante mágico se recostó sobre sus piernas, con su hocico hacia su vientre y se quedó ahí largo rato, quieta. Juraría que sabía todo, soy un convencido que los animales tienen un sentido que no conocemos que les permite entender todo lo que les pasa a sus dueños. El amor que nos dan y el sostén que significan para nosotros en los momentos malos son impagables. Son capaces de dibujarnos una sonrisa cuando lo único que queremos es llorar y por eso mismo los queremos tanto y los necesitamos cerquita.</div>
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